El Gobierno analiza convocar a sesiones extraordinarias en diciembre, aunque aún no definió el temario ni abrió negociaciones formales con las fuerzas políticas del Congreso. Sin plazos legales que lo apuren, Javier Milei y su equipo evalúan un listado de proyectos y pliegos judiciales que podrían incluirse en la convocatoria.
El período ordinario concluye este jueves, pero el Ejecutivo no está obligado a fijar una fecha para la reapertura del Congreso. Según la Constitución, el Presidente puede convocar en cualquier momento entre diciembre y febrero, incluso con un solo tema inicial, dejando abierta la posibilidad de sumar otros puntos según su conveniencia.
En los últimos días, asesores clave como Santiago Caputo, Karina Milei y Guillermo Francos han discutido puertas adentro sobre las iniciativas prioritarias. Entre los proyectos destacan propuestas polémicas como la privatización de Aerolíneas Argentinas, la reforma electoral para eliminar las PASO y los pliegos pendientes de la Corte Suprema. Sin embargo, la falta de consenso entre las fuerzas políticas complica la estrategia.
Por ejemplo, el PRO apoya la privatización de la aerolínea de bandera pero se opone a eliminar las PASO, mientras que el peronismo rechaza la privatización y prioriza la reforma electoral. Este tipo de tensiones internas y externas convierte la construcción del temario en un rompecabezas político.
Otra propuesta que se baraja es la versión libertaria de Ficha Limpia, anunciada por el vocero Manuel Adorni. No obstante, esta iniciativa está aún en una etapa inicial y genera divisiones dentro del propio oficialismo. Mientras Santiago Caputo se opone a impulsarla, Milei insiste en avanzar.
Además, en Balcarce 50 evalúan incluir pliegos judiciales para cubrir 150 vacantes en juzgados del país, aunque reconocen que aún no hay consenso sobre la lista final. También podrían agregarse temas secundarios como juicio por jurados, juicio en ausencia y normas sobre reiterancia.
En tanto, bloques como el PRO, Encuentro Federal y otros aliados critican la falta de diálogo formal. Aunque algunos libertarios admiten que hay conversaciones informales para sondear el terreno en Diputados, el Gobierno todavía no convocó oficialmente a las demás fuerzas para discutir las posibilidades reales de que sus proyectos prosperen.
Desde el ala más dura del oficialismo argumentan que el temario “es prerrogativa del Ejecutivo”, mientras que sectores más dialoguistas señalan que las negociaciones ocurren, pero “no es el momento” de hacerlas públicas. En este contexto, el reciente fracaso de las negociaciones por el Presupuesto 2025 sigue tensando los ánimos.
“El Presupuesto no es moneda de cambio. No existe tal como lo quieren ellos”, señalaron fuentes de la Casa Rosada. Sin embargo, dejaron abierta la puerta para que el plan de gastos pueda incluirse en la agenda legislativa “más adelante”.