Desde 2015, el 30 de noviembre se celebra el Día Nacional del Mate, una fecha elegida por el Senado Argentino para destacar el valor social, cultural y económico de esta infusión en la vida cotidiana de los argentinos. El mate es un símbolo que forma parte esencial de la identidad nacional del país.
La elección de este día coincide con la inauguración, en 1967, de la Asociación de Productores de Yerba Mate (APYM), una organización que trabaja para mejorar las condiciones de los productores y la comercialización de la yerba mate. A través de esta fecha, se busca visibilizar la importancia de esta bebida tradicional, no solo como una costumbre cultural, sino también como un producto clave para la economía nacional. Con un consumo aproximado de 120 litros per cápita al año, el mate está presente en el 90% de los hogares argentinos.
En 2023, más del 71% de la yerba mate exportada de Argentina fue destinada a Siria, mientras que otros destinos destacados incluyeron España, Chile, Líbano y Turquía, alcanzando un total de más de 36 millones de kilos exportados.
Historia del Mate
El origen del mate se remonta a los pueblos guaraníes, quienes utilizaban las hojas de la planta no solo en bebidas, sino también como objeto de culto y moneda de cambio. Los conquistadores españoles observaron que los guaraníes eran más resistentes en las largas travesías después de consumir lo que ellos consideraban una “bebida sagrada”. Posteriormente, los Jesuitas se encargaron de difundir su consumo, impulsando la comercialización y el cultivo de la yerba mate.