El gobierno de Javier Milei ha decidido retirar a los cuatro efectivos argentinos que formaban parte de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (Unifil). La medida, anunciada por el Ministerio de Defensa, implica el regreso de estos efectivos al país.
Este retiro se da en un contexto de cambios en la política exterior argentina y llega en medio de una transición en la Cancillería, donde se espera que Gerardo Werthein asuma en las próximas horas tras la salida de Diana Mondino.
La misión de Unifil, creada hace más de 40 años por el Consejo de Seguridad de la ONU después de la primera invasión israelí al Líbano, busca mantener la paz en una región históricamente afectada por conflictos. La ONU ha denunciado recientemente que Israel ha atacado en varias ocasiones a los efectivos de mantenimiento de la paz, generando condenas internacionales y un aumento de las tensiones en la zona.
La decisión de Argentina de retirar a sus efectivos, desplegados en localidades como Naqoura y Marjayoum, parece alinearse con una política de acercamiento al gobierno de Israel. Esta medida plantea posibles implicancias para las relaciones diplomáticas de Argentina en la región y con otros aliados internacionales.