El tifón Yagi continúa causando estragos en el sudeste asiático, y este fin de semana su ruta devastadora incluyó a Birmania, donde las inundaciones provocadas por el fenómeno han dejado un saldo trágico de 113 muertos y más de 320 mil personas desplazadas, según la junta militar del país.
La portavoz de la junta, Zaw Min Tun, informó que “más de 320.000 personas, o 78.000 hogares, han sido evacuados a campos de socorro temporales”. La situación es especialmente crítica en el Lago Inle, una popular zona turística ubicada a 30 kilómetros del pueblo de Kalaw, donde el nivel del agua ha alcanzado hasta el segundo piso de las viviendas construidas sobre pilotes.
En respuesta a la emergencia, este domingo se enviaron autos y camiones cargados con agua, ropa, alimentos y voluntarios hacia la región de Ranagún para apoyar a los afectados. Además, el líder de la junta militar, Min Aung Hlaing, ha solicitado ayuda internacional para enfrentar los devastadores efectos de las inundaciones, un llamado que destaca por su inusual carácter en el contexto del régimen.