Con la llegada de mayo, una nueva ola de aumentos comienza a impactar en los hogares argentinos. Las subas alcanzan a las tarifas de servicios públicos como electricidad, gas y agua, así como también a los contratos de alquiler y a las cuotas de la medicina prepaga. Estos incrementos se dan en un contexto de inflación alta y sostenida, lo que suma presión sobre los ingresos de las familias.
Alquileres:
Para quienes firmaron contrato en mayo de 2023 bajo la Ley de Alquileres vigente en ese momento, el ajuste anual será del 95,24%, según el Índice de Contratos de Locación (ICL) publicado por el Banco Central. Esta suba es menor a la de abril (116,85%), pero aún representa un fuerte golpe al presupuesto.
En los contratos con actualización semestral mediante el índice “Casa Propia”, el aumento será del 56,7%, mientras que aquellos con ajuste trimestral tendrán una suba del 11,51%.
Medicina prepaga:
El sector de la salud privada también aplicará nuevas subas. OSDE, una de las principales prepagas del país, había anunciado un incremento del 3,4%, lo que generó malestar entre sus afiliados. Tras las críticas y la intervención del Gobierno, la empresa rectificó la cifra y finalmente aplicará un ajuste más moderado: 2,6% para el plan 210 y hasta 2,9% para los planes superiores. El aumento promedio rondará el 2,74%, en línea con lo establecido para el resto del sector, que se ubica entre 2,4% y 2,7%.
Tarifas de servicios públicos:
AySA comunicó que las tarifas de agua subirán un 1% a partir de mayo. Con esta actualización, el coeficiente K pasará de 1.583,7404 a 1.599,5778. Así, una tarifa promedio mensual será de $27.344 para el nivel alto, $24.832 para el medio y $19.954 para el nivel bajo.
En cuanto a los servicios de gas y electricidad, también se aplicarán aumentos. Se estima que las boletas llegarán con subas de entre el 2,5% y el 3%, en línea con el proceso de revisión tarifaria que impulsa el Gobierno.
En este escenario, los aumentos previstos para mayo vuelven a poner en alerta a los consumidores, que deben reorganizar sus finanzas frente a una inflación que no da tregua y que continúa golpeando el poder adquisitivo mes a mes.