En este país que supo ser el granero del mundo, la tierra de los cuatro climas, el lugar donde se tira una semilla al piso y crece una planta, el país donde se llamaba “a todos los ciudadanos del mundo” porque sobra tierra fértil y faltan habitantes, este país abundante en riquezas mineras, agrícolas, de pesca, ideal para la producción de ganado, en este país rico… ellos lo lograron.
La mayoría de los argentinos son pobres.
La pobreza y la indigencia tuvieron un tremendo salto en el primer semestre del año, hasta alcanzar al 52,9 por ciento y 18,1 por ciento de las personas, respectivamente, informó ayer el Indec.
La pobreza saltó del primer semestre del 2023 al mismo período de este año desde el 40,1 por ciento de las personas hasta el 52,9 por ciento actual. Esto representa un incremento del 30 por ciento en el universo de personas bajo esa condición. En el caso de la indigencia, el salto es incluso más dramático: el primer semestre del 2023 impactaba sobre el 9,3 por ciento de las personas y ahora afecta al 18,1 por ciento, lo cual implica que prácticamente se duplicó el porcentaje de indigentes.
En la Argentina del año 2024, casi el 20 por ciento de la población no tiene el dinero suficiente para alimentarse correctamente. Además, hay más personas pobres que no pobres.
A nivel nacional hay 24,8 millones de personas en situación de pobreza, un aumento de más de 5 millones respecto al semestre previo. Además, hay 6,8 millones en situación de indigencia, una suba de 2,8 millones frente al semestre anterior.
La desagregación por edad muestra un panorama desolador en la niñez: a nivel nacional, la pobreza afecta al 66 por ciento de los niños, niñas y adolescentes.
Es una situación terrible, la peor del país en décadas.
Mientras tanto, los políticos se acusan unos a otros. Que es obra de Milei y su ajuste, que es obra de Macri y su endeudamiento, que es obra del kirchnerismo y su populismo.
Y la culpa es de todos ellos. De los radicales, que transan con cualquiera con tal de rapiñar un cargo.
De los peronistas, que en nombre de los humildes arrasaron con casos de corrupción.
De los macristas, que prometieron Pobreza Cero y endeudaron al país por un siglo, enterrándonos ante el FMI a cambio de miles de millones de dólares que desaparecieron.
Del loco de la motosierra, que acomodó a toda la casta y aplastó a los trabajadores.
Ninguno está limpio, ninguno puede tirar la primera piedra, ninguno de los pícaros que ponen cara de preocupados para las fotos y cobran sueldos millonarios mes a mes, o usan sus contactos para hacer negociados.
En uno de los países potencialmente más ricos del mundo, lograron que la mayoría de las personas sufran en la pobreza, en la indigencia, que no tengan para comer.
Háganse cargo de este desastre: es todo de los políticos que nos mal gobernaron y mal gobiernan, enriqueciéndose ellos, entre privilegios y lujos, y burlando una y otra vez a la gente que les brindó su apoyo con esperanza.
Que Dios y la Patria se lo demanden.
El Catucho