Boca Juniors logró este sábado una trabajada clasificación a los cuartos de final del Torneo Apertura tras vencer a Lanús por 4 a 2 en la definición por penales, luego de empatar sin goles en tiempo reglamentario. El arquero Agustín Marchesín fue clave en la tanda, atajando el primer disparo a Cristian Canelo, mientras que Dylan Aquino falló el suyo, facilitando el avance del Xeneize.
A pesar del pase, el ambiente en la Bombonera fue tenso y hostil. Desde antes del inicio y hasta después del cierre del encuentro, el estadio fue escenario de fuertes manifestaciones de descontento por parte de los hinchas, quienes apuntaron no solo contra el flojo rendimiento del equipo, sino también contra la comisión directiva. Por primera vez desde que asumió la presidencia, Juan Román Riquelme fue blanco directo de los cánticos de reprobación, con gritos como “la comisión se va a…”, reflejando el hartazgo de un público que no encuentra respuestas futbolísticas ni institucionales.
El equipo, dirigido de manera interina por Mariano Herrón, aún no consigue reencontrarse tras la derrota en el Superclásico y sigue sin mostrar una identidad clara. La dirigencia, por su parte, sigue postergando la decisión sobre la llegada de un nuevo entrenador, lo que incrementa la incertidumbre en un contexto cada vez más caldeado.
Ahora, Boca deberá esperar al ganador del cruce entre Independiente e Independiente Rivadavia para conocer a su próximo rival en la siguiente fase, pero la deuda con la gente va mucho más allá de una clasificación.