Cruz Roja Argentina cumple 140 años: “Nunca tuvimos tantas operaciones simultáneas”

La Cruz Roja Argentina cumple 140 años de trabajo solidario y campañas de ayuda a los más necesitados. A lo largo de su historia en el país, la ONG internacional atravesó todo tipo de emergencias y catástrofes, pero la pandemia coronavirus Covid-19 marcó un antes y un después. “Éste es el mayor desafío de la historia”, aseguró Diego Tipping, presidente de Cruz Roja Argentina. “Nunca tuvimos tantas operaciones simultáneas”, agregó.

Actualmente, entre voluntarios, colaboradores y alumnos son 150 mil personas que forman parte de la Cruz Roja en el país.

En cuanto al plan de acción de la organización, Tipping detalló que “tiene varias estrategias de abordaje territorial, distintas líneas. La primera, asociada a la adquisición de insumos para el sistema de salud; estos insumos son los equipos de protección personal para todo el personal de salud (protectores faciales, barbijos, guantes, batas, overoles), pero también equipamiento de alta tecnología para las camas de terapia intensiva. En ese sentido estamos avanzando con la compra de respiradores, de bombas de difusión volumétrica y nos están llegando nuevos requerimientos. También avanzamos en el Plan Detectar. Ahí hemos adquirido más de 10 mil termómetros digitales para el testeo masivo casa por casa”.

“A raíz de algunas complicaciones generadas por el aislamiento, estamos trabajando la línea alimentaria en 43 ciudades de Argentina. También estamos trabajando muy fuerte en muchos centros sanitarios de contingencia del país, el más grande es el de Tecnopolis, donde tenemos cientos de voluntarios, y también en los municipios, apoyando los controles sociosanitarios”, manifestó.

Sobre la metodología para elegir a los voluntarios que trabajarán cerca de pacientes con coronavirus, indicó que “más allá de su habitualidad como voluntarios de la Cruz Roja, les hemos hecho hacer una solicitud especial porque tenemos que ver que no tengan factores de riesgo ellos, ni la gente con la que habitan en sus casas. Tienen que llenar una declaración jurada. Se anotan específicamente para esta actividad y, a partir de eso, empezamos con todos los protocolos de lo que es el uso de los equipamientos de protección personal, la circulación dentro de la zona, la atención con la gente. Es un trabajo muy meticuloso porque es una zona de riesgo”.

Por otro lado, se le consultó si había presenciado alguna situación dentro del trabajo durante la pandemia que lo haya impactado o conmovido a lo que respondió: “Hubo varias. En lo personal, yo llegué de Qatar los últimos días en que estuvieron abiertas las fronteras. Me quedé haciendo el aislamiento y me pasó que los vecinos del edificio me habían visto en alguna nota (periodística), y me tiraron una notita por debajo de la puerta para ver si necesitaba algo, que estaban a disposición y me daban una mano. Fue un poco fuerte para mí, porque generalmente uno sale a ayudar, nunca había sido receptor de la ayuda. Fue un gesto súper lindo que me reconfortó mucho.

Pero también hubo algunas situaciones que nos dieron mucho enojo y que nos dicen que todavía tenemos que trabajar mucho más el tema de la empatía. Es el caso de algunos voluntarios a los que les pegaron carteles de que no vuelvan a sus casas porque ponían en riesgo al edificio, lo cual demostraba un desconocimiento muy marcado de lo que es esta pandemia y de cómo se transmite.

También nos pasó con una voluntaria que nos mandó un mensaje que decía, ‘en mi trabajo decían que yo los expongo. Me dieron a elegir entre el trabajo y la Cruz Roja. ¿Y, saben qué? Los elegí a ustedes’. Por un lado, te emociona; pero, por el otro, te da mucha bronca que los expongan a esta situación de elegir el trabajo o ayudar a la gente. Por suerte, hace pocos días salió la sanción de la Ley de la Cruz Roja en el Senado, que contempla la protección de nuestra gente, así que estamos muy felices por eso”.

Por último se refirió a la importancia y la necesidad del aislamiento social: “Todos estos días han sido un esfuerzo muy grande de toda la población. Lo que tenés que hacer en cualquier emergencia –y la pandemia lo es- es prepararte para la respuesta. Si hoy tenemos números que si bien vemos que están subiendo, en términos de lo que ha pasado en el mundo todavía no son tan altos, hay que entender que si hoy estuviésemos una situación tan extrema como la que pasaron muchos países, nadie estaría pensando en “cuarentena no” ni en salir. Eso se genera porque hoy los números relativamente acompañan, si hoy tuviéramos una situación inversa, no estaría en discusión. Yo entiendo que hay muchísimas dificultades asociadas a distintas angustias, asociadas a dificultades económicas, pero hay que entender que esto es una responsabilidad colectiva y nuestra acción individual influye en lo colectivo. Al romper este tipo de medidas no sólo nos ponemos en riesgo nosotros sino que ponemos en riesgo al resto”.

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