Martín Guzmán dijo que no puede ofrecerles una mejor oferta a los bonistas

El ministro de Economía, Martín Guzmán, afirmó que el Gobierno no puede pagarle a los bonistas más de lo que les ofreció en la propuesta original para renegociar la deuda, con tres años de gracia, una quita de capital y una baja en los intereses.

En una nota de opinión que publicó en el Financial Times, Guzmán expresó: “Debo ser explícito y claro: no podemos permitirnos pagar más. Algunos han sugerido que paguemos menos”.

“Pero como señal de nuestro compromiso con nuestro acuerdo, mantenemos nuestra propuesta, a pesar de que ahora requiere un esfuerzo de generación de pagos sustancialmente más fuerte. Ahora es el momento de un acuerdo”, afirmó.

Al respecto, aclaró que “antes de la pandemia, los argentinos sufrían en una economía marcada por la recesión, el alto desempleo, la inflación desenfrenada y la pobreza dramática”. A esto se sumó el efecto económico del coronavirus ante lo cual el Gobierno reaccionó con un paquete de estímulo para “mantener un sustento mínimo para los desempleados y evitar un colapso económico total”.

En este contexto, aclaró, “resolver la crisis de la deuda en tales circunstancias requiere sentido común, colaboración e ideas frescas en interés tanto de los acreedores internacionales como de Argentina”.

El ministro recordó la extensa historia de default, hiperinflaciones y crisis de balanza de pago en las últimas décadas.

En base a estos antecedentes, explicó, se diseñó, la oferta para “proponer, de buena fe, un rediseño de nuestros compromisos de deuda para crear sostenibilidad económica a largo plazo, para que Argentina pueda cumplir y cumpla las promesas hechas a sus acreedores”.

Según el funcionario, “a los acreedores les conviene evitar los patrones destructivos del pasado de promesas imposibles y crisis repetidas. Se acabó el tiempo de las ilusiones”. Esto implica entender que en esta nueva realidad global, el país no podrá “seguir gastando el 20% de los ingresos del gobierno o más en pagos de deuda, como algunos acreedores han preguntado efectivamente. Es simplemente imposible”.

El ministro reconoció que también “son tiempos muy difíciles para los tenedores de bonos”, pero opinó que ellos tienen la opción de “reconocer los desafíos históricos y buscar nuevas formas de avanzar, o insistir obstinadamente en términos de reembolso miopes que parecen proporcionar retornos rápidos pero solo degradan a los países deudores y socavan su capacidad de reembolso”.

Según Guzmán, “este no es un juego de hojas de cálculo; está en juego el destino económico de 45 millones de ciudadanos argentinos”, con altas cifras de pobreza.

Por lo tanto, afirmó, “ningún gobierno democrático puede imponer aún más dificultades o se le puede pedir que ponga a los tenedores de bonos por delante de las políticas económicas diseñadas para paliar los efectos catastróficos de la pandemia”.

Por esta razón, reiteró, el país necesita tener un espacio para “respirar” antes de pagar, permitiendo que la economía se recupere y regenere su capacidad de aumentar los ingresos fiscales. Además, dejó en claro que, como en muchos otros países, no está claro cuál será el efecto de la pandemia sobre la economía.

“No estamos pidiendo a nuestros acreedores que pierdan, sino que ganen menos. Forzar una mayor austeridad para pagar más no solo sería económicamente desastroso, sino también inaceptable política y moralmente y, en última instancia, insostenible”, sentenció.

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