El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró el toque de queda y amenazó con un masivo despliegue militar para detener las protestas contra el racismo que se extendían por todo el país y llegaban hasta el frente de la Casa Blanca, desatadas por la muerte de George Floyd.
Las protestas empezaron en Minneapolis la semana pasada y las escenas de furia y violencia se extendieron a lo largo de Estados Unidos durante el fin de semana. Un joven murió baleado en Detroit, varios autos policiales y la sede central de la cadena CNN fueron vandalizados en Atlanta, y en Nueva York hubo choques entre manifestantes y agentes.
La tensión se elevaba esta tarde en distintas ciudades de Estados Unidos y cerca de la sede del gobierno nacional se registraban enfrentamientos entre la policía y los manifestantes. Se escuchaban explosiones y las fuerzas de seguridad, en un amplio despliegue a pie y a caballo, trataban de controlar los incidentes con gases lacrimógenos.
Las manifestaciones también despuntaron en Los Ángeles, Portland, Denver, Detroit, Chicago y Phoenix, entre otras ciudades, además de la capital, Washington. Y hoy llegaron al frente de la sede del gobierno de Trump, donde los manifestantes exhibían su enojo.
Mientras ocurrían los incidentes frente a la Casa Blanca, el primer mandatario estadounidense brindó un duro discurso donde cuestionó la violencia durante las protestas, declaró el toque de queda y anunció que reforzará el despliegue policial y militar. “El que no cumpla el toque de queda será detenido y procesado”, lanzó.
“En estos días, nuestra nación fue tomada por anarquistas profesionales, hordas violentas y criminales. Gente inocente ha sido salvajemente golpeada. Pequeños negocios han sido saqueados. Valientes enfermeras que han luchado contra el coronavirus ahora tienen miedo de salir. Aquí, en la capital, los monumentos históricos más importantes fueron vandalizados”, dijo.
“Estados Unidos necesita seguridad, no anarquía, no caos. Vamos a triunfar, cien por ciento seguro de que vamos a triunfar, nuestro país siempre gana. Por eso voy a tomar acción inmediata, para detener la violencia y restaurar la seguridad. Estoy movilizando todas las fuerzas disponibles, civiles y militares, para detener la destrucción”, agregó.
“Las medidas van a tomar efecto inmediato. Vamos a terminar ahora lo que está ocurriendo en el país. Le recomendé a cada gobernador que despliegue las fuerzas policiales en números suficientes para dominar las calles. Y si se niegan a tomar las acciones para defender la vida y la propiedad, entonces voy a desplegar el ejército, y rápidamente voy a resolver el problema por ellos”, sostuvo.
“También voy a tomar acción para proteger nuestra capital. Lo que pasó en esta ciudad anoche fue una desgracia. Estoy despachando miles y miles de soldados fuertemente armados, personal militar y oficiales de la ley para detener los asaltos y el vandalismo y la destrucción. Estamos poniendo a todos en toque de queda desde las 7 de la tarde, y será estrictamente controlado. Los que destruyan serán detenidos y procesados”, añadió.
“Quiero que los organizadores de este terror noten que enfrentan severos cargos militares y largas sentencias en la cárcel”, finalizó.