Valencia fue escenario de una multitudinaria manifestación en respuesta a los desastres causados por la DANA. Más de 130,000 personas se congregaron en las calles para expresar su indignación por los graves daños ocasionados por el fenómeno y la lenta reacción de las autoridades.
Durante la protesta, los vecinos exigieron la dimisión de Carlos Mazón Guixot, presidente de la Generalitat Valenciana, señalando una gestión insuficiente en la respuesta a los daños. También se escucharon fuertes críticas hacia el presidente Pedro Sánchez, cuestionando la falta de previsión y la tardanza en la movilización de servicios de emergencia.
La DANA dejó un saldo trágico de 200 personas entre muertos y desaparecidos, además de importantes daños en la infraestructura urbana. Los manifestantes exigieron explicaciones a las autoridades, a quienes acusan de no haber actuado con la rapidez necesaria, lo que habría impedido que muchos vecinos pudieran resguardarse a tiempo.
La marcha, que transcurrió de manera pacífica, resonó con la consigna “nosotros estamos manchados de barro, ustedes de sangre”, una frase que remarcó la demanda de responsabilidad política frente a las pérdidas humanas y materiales que el fenómeno dejó a su paso.