Hoy, 1 de febrero, se cumplen 95 años del nacimiento de María Elena Walsh, una de las artistas más queridas y respetadas de Argentina. Nació en 1930 y, a lo largo de su vida, dejó una huella imborrable en la literatura, la música y la cultura popular del país. Fue escritora, compositora, cantautora, dramaturga y poeta, y su legado sigue vivo en los recuerdos de toda una generación.
A lo largo de su carrera, Walsh creó personajes inolvidables como la tortuga Manuelita y la Reina Batata, que continúan siendo referentes de la literatura infantil argentina. Su primer libro de poesía lo publicó a los 17 años, y a los 21 formó el dúo folclórico junto a Leda Valladares. Además, su vasta discografía incluye más de 20 álbumes como solista y más de 50 obras literarias.
Si bien es conocida por sus cuentos para niños, las obras para adultos de Walsh están impregnadas de una profunda carga social y política, reflejando su amor por la patria y su lucha por la democracia. También se convirtió en un ícono de la comunidad LGBTQI+, aunque tuvo que vivir su sexualidad en silencio durante años. En su libro autobiográfico Fantasmas en el parque, compartió su historia personal, donde expresó su amor y gratitud hacia su compañera de vida, Sara Facio.
Además de su activismo en la lucha por los derechos de la mujer, Walsh dejó una marca indeleble con su trabajo en favor de la igualdad de género, como en sus canciones “Orquesta de señoritas” y el tango “El 45”. Su lucha por la justicia social y su sensibilidad artística la convirtieron en una de las voces más auténticas y queridas del país.
María Elena Walsh falleció el 10 de enero de 2011, pero su legado perdura. Hoy, su música, sus libros y sus poesías siguen siendo parte fundamental de la cultura argentina, trascendiendo generaciones y manteniendo vigente su mensaje de amor, lucha y libertad.