Si hay malaria que no se note. En Catamarca se habla de tiempos difíciles, de austeridad, de cuidar los recursos, pero hay que hacer esfuerzos para disimular, y con mucho éxito lo están logrando los máximos funcionarios del Gobierno, que embolsan hermosos sueldos mes a mes para hacer frente a tan sacrificada tarea.
Imaginen que además de ser ministros tienen que hacer campaña política, es inhumana tanta exigencia, además sufren viajando, hablando por teléfono, llamando a sus choferes. Tanta angustia merece recompensa y por eso el pueblo catamarqueño mete la mano en su bolsillo y les paga a estos héroes patriotas casi 70 millones al año.
La mano viene así: en los últimos días se dieron a conocer los topes salariales, y ahí se informó que cada ministro embolsa a fin de mes 286.600 pesos. Una miseria, qué se le va a hacer. Apenas si pueden cargar la SUBE.
Sumados los doce sueldos al aguinaldo, significa que cada año levantan 3.725.800 pesitos cada uno.
Pero el tema es que no hay dos ni tres ministros: ahora pisás una baldosa y salen cuatro ministros de traje y sonriendo para la foto. Por ejemplo, Arnoldo Castillo tenía siete ministros, suficiente. Lucía Corpacci tenía ocho, más que suficiente.
¿Cuántos hay ahora? 18… sí ¡Dieciocho ministros! Quiere decir que sólo en los sueldos de estas luminarias que nos guían por la vida los catamarqueños gastamos 67.064.400 pesos al año. Y si a ellos le sumamos el Gobernador, sólo en sueldos de 19 personas se van 71.559.449 pesos al año, sí más de 70 millones, porque sólo el gobernador cobra casi cinco millones por año ($ 4.495.049).
Sölo sueldos de gobernador y ministros: no contamos secretarios, directores, tampoco su corte de adulones en cada oficina ni los gastos que generan día a día con camionetas, comitivas, teléfonos, viáticos.
Una obscenidad en una provincia donde la gente se prende fuego para conseguir alguna ayuda, donde hay merenderos y comedores barriales porque los niños tienen hambre, donde los gremios van a pedir un aumento y les ofrecen el 5 por ciento.
Seguro que esta gente no tiene problemas para llegar a fin de mes, ni le preocupa la inflación, ni tiene que pedir fiado en el almacén o hacer cálculos de cuándo le vence la tarjeta para ir al super.
Esta es la gente que habla de justicia social sin que se le mueva un músculo de la cara. Así da gusto ser peronista y popular, ¡¿qué no?!
El Catucho
No conocen vergüenza., HdeP, todos. Hay q.votar en blanco, no representan nadie. Fueraaaaa todoooooos.