La idea del “Peso Argentino Digital”, una especie de moneda virtual o criptomoneda pero regulada a nivel estatal, fue presentada por el Gobierno de Catamarca y tuvo enorme repercusión, en el país y en el exterior.
No es para menos: las monedas virtuales, con el Bitcoin a la cabeza, se están convirtiendo en una mina de oro fabulosa e invisible, con ganancias que se multiplican a la velocidad de la luz hasta cifras ridículas, y es un negocio en el que el Estado queda afuera, claramente, porque su principal característica es que se autorregula.
¿Se trata de una burbuja que estallará dejando miles de bolsillos heridos? ¿O es el puente a la nueva economía mundial? No hay certezas por ahora, pero los hombres de negocios y las grandes corporaciones ven ese mercado como irresistible. La magnitud de las fortunas que maneja y ofrece hacen sentir a más de uno que si se queda afuera verá pasar el tren de largo.
Legalmente es un dilema sin solución: el Estado no puede intervenir en algo básicamente incontrolable pero… quizás se pueda encontrar una manera de jugar el juego, de mostrar algún respaldo, y sacar tajada allí donde todos se sirven billetes verdes como en una parrilla diente libre.
Esa es, torpemente explicada, la idea catamarqueña del “Peso Argentino Digital”, con un agregado: ¿por qué no usarla para aplicarla en el negocio minero? ¿Por qué no subir la criptomoneda a caballo del litio y avanzar juntos al paraíso soñado?
Catamarca picó en punta con la audaz propuesta y ahora se habla de eso en toda la Argentina. Pero… siempre hay un pero.
Apareció un señor y palabras más, palabras menos, dijo: esa idea es mía. Yo se la presenté al Gobierno de Catamarca, que no me dio bola, y después la presentó como propia. ¡Epa! ¿Será así? ¿La genial ocurrencia es un burdo plagio?
El dedo acusador es el de Pablo Rutigliano, fundador de Calbafina. ¿Qué es Calbafina? La Cámara Argentina de Litio, Baterías de Litios, Autos Eléctricos con Batería de Litio, Servicios Financieros y Afines. Al parecer ellos tuvieron la idea que ahora se atribuye el Gobierno.
Y buceando un poco puede comprobarse que habría muchas pruebas: la criptomoneda “Atómico 3”, que es el “Peso Argentino Digital” con otro nombre, se lanzó bastante antes de que Catamarca copiara… perdón, tuviera la idea.
Por lo pronto, Rutigliano sin pelos en la lengua acusó al Gobierno de Catamarca de copiar
este modelo, y hasta precisó que les presentó el proyecto al Vicegobernador Rubén Dusso y la
Ministra de Modernización y Planificación Susana Peralta, pero no avanzaron las
conversaciones. No avanzaron con él digamos, el Gobierno tomó esas carpetas y avanzó solo.
Rutigliano podría accionar judicialmente, pero dijo que por ahora no le interesa, lo que quiere es que vuelvan a dialogar con él.
Y la verdad que vienen trabajando hace tiempo en Calbafina. Profesionales y empresas vinculadas a la producción y agregado de valor del litio crearon esa cámara que tiene como primer objetivo conformar un nuevo mercado de cotización en dólares que permita desarrollar distintos modelos de negociaciones de contratos, presentes y futuros.
Fue así que Calbafina anunció hace tiempo que encaró el proceso de efectivizar la denominada CRIPTOMONEDA DEL LITIO “Atómico” 3 Sigla Ca3.
“Nuestro plan se encuentra instrumentado y direccionado en acumular reservas físicas, proyectar futuros y fijar un plan sobre el spot de los precios de “Atómico 3”, dijo Rutigliano.
Además buscan retroalimentar al mercado de capitales con inversiones directas en compañías mineras sobre la reservas actualizadas y certificadas por el Comité de Normas Internacionales de Información de Reservas Minerales (CRIRSCO).
El proyecto espera que la criptodivisa tenga la aceptación y transparencia que el mercado del litio necesita para formar un valor de referencia estable, con proyección en el tiempo y garantías de reservas físicas del litio.
Y eso es lo que le contó al Gobierno, que presentó después su proyecto del peso digital…
Un dato objetivo es que en múltiples sitios de internet y en redes sociales se puede encontrar el proyecto “catamarqueño” casi calcado, y sus autores aseguran que incluso fue registrado…. mmmmmmmmm ¿cualquier parecido es pura coincidencia? O es coincidencia o es un escándalo gigante.
