Desde la madrugada del viernes, la provincia de Buenos Aires y el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) fueron golpeados por un fuerte temporal que provocó inundaciones severas, evacuaciones y numerosos daños en distintas localidades. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió alertas para la Ciudad Autónoma y gran parte de la provincia, que pasó de un nivel naranja a rojo en municipios como Zárate y Campana, donde se registraron precipitaciones que superaron los 150 milímetros.
El gobierno bonaerense, encabezado por Axel Kicillof, estableció un Comando de Incidencias en el Centro Operativo de Puente 12, en La Matanza, bajo la supervisión del ministro de Seguridad Javier Alonso, para coordinar los operativos de asistencia a los afectados y monitorear la evolución del temporal.
En localidades como Zárate, el nivel del agua alcanzó hasta un metro y medio, lo que obligó a más de mil vecinos a autoevacuarse y llevó al intendente Marcelo Matzkin a suspender todas las actividades públicas y convocar al Comité de Crisis. Situaciones similares se vivieron en Avellaneda, Lomas de Zamora, Merlo, General Villegas y 9 de Julio, donde el agua ingresó a viviendas, causando pérdidas totales para muchas familias.
En General Villegas, además del agua, el granizo provocó destrozos en viviendas y en la producción agrícola, imágenes que rápidamente se difundieron en redes sociales. En Chacabuco, seis personas fueron evacuadas y alojadas en el Hogar del Niño, tras activarse un protocolo de emergencia.
Los cortes y anegamientos afectaron también el tránsito, con demoras superiores a 90 minutos en la Ruta Nacional 9, especialmente a la altura del kilómetro 111 en Campana, donde la acumulación de agua generó situaciones caóticas, con vehículos atrapados e incluso flotando sobre un viaducto.
El SMN advirtió que las tormentas continuarán, con posibilidad de actividad eléctrica, granizo y ráfagas, por lo que se recomienda evitar transitar por las rutas y calles afectadas. En respuesta, fuerzas federales desplegaron operativos de asistencia en Campana, Zárate y zonas rurales aledañas, donde el agua no sólo dificulta la circulación sino que también afecta barrios enteros.