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El circo de la democracia partidaria en el PJ

Todavía no se apagan las brasas de la última elección y ya empezaron a hablar de la próxima. Pero no de la elección presidencial o de gobernador que se viene, porque para eso falta bastante, sino de las internas, que serán el primer paso a sortear por quienes buscan llegar o quedarse con el manejo del poder.

En eso lo más cómico fueron los discursos peronistas, alejados de una realidad que es tan obvia que los “demócratas” del partido no engañan a nadie, y para hablar tienen que disimular como perro que volteó la olla.

Empecemos por arriba. El presidente Alberto Fernández. En el curioso acto de festejo de la derrota en las legislativas se despachó con un discurso que parecía una joda de Tinelli.

Alberto planteó la necesidad de que en esta segunda etapa haya un “profundo debate” en el frente, de modo tal que para las elecciones de 2023 “desde el último concejal hasta el presidente de la República lo elijan primero los compañeros del FdT”.

¿Es o se hace? Porque queda muy lindo hablar de que decidan los militantes, de la democracia interna y de rechazar los candidatos puestos a dedo. Fantástico. ¿Pero quién lo eligió a él como candidato? ¡Lo pusieron a dedo! Lo eligió Cristina, no los afiliados. Los afiliados siempre convidados de piedra.

Lo mismo pasa en Provincia, donde Raúl Jalil se queja de las PASO y dice que cumplieron su ciclo.

“Las PASO han cumplido su ciclo, traen un desgaste muy grande a la sociedad, sobre todo a quienes no quieren participar en la política. Creo que hay que volver a las internas partidarias, a los frentes políticos, y los candidatos se deben definir dentro de cada frente político. Algunas provincias ya quitaron las PASO y es el camino más lógico, menos desgastante, más democrático”, se despachó Jalil.

¿De qué PASO habla? ¿Cuándo hubo PASO en Catamarca? ¿Cuándo los afiliados decidieron quién sería el candidato a gobernador, a legislador nacional, a diputado? Nunca.

Claro que debe ver a las primarias como inútiles, si el peronismo no decide nada, el afiliado no tiene voz ni voto: lo tratan como oveja para que vaya a votar lista completa y después reparten cargos en el gobierno con amigos radicales.

Hace como diez años que hay PASO, y acá siempre decidió la mesa chica del PJ. Hasta los sindicatos lo dijeron: se juntan dos o tres dirigentes y reparten.

Arman “PASO” para el chiquitaje, para usar a pobres dirigentes barriales y hacer que se maten por una concejalía, que después definen ellos también porque son los que reparten la torta para la campaña, y a los de ellos les bajan recursos y a los otros nada.

Basta de engaños, en el peronismo de Catamarca no hay internas jamás, no se les da participación a los militantes jamás. Seamos serios: ¿los militantes hubieran elegido a una señora con 30 años de afiliada radical como primera candidata peronista para Diputada Nacional? ¡Ni mamados! La pusieron a dedo porque es esposa del gobernador.

Se juntan Lucía, Raúl, Dusso y alguno más y ellos deciden todo. Por eso siempre están sus familiares y amigos en cargos importantes. El militante no existe, no decide nada, no se le pregunta nada.

Más vale que Jalil no necesita PASO. ¿Con PASO hubiera sido candidato a gobernador? No, pero todo se resuelve en Mesa Chica, hacen lo mismo que tanto le criticaban al Frente Cívico y Social.

Es ficticia la unidad. No es que se aman todos. Hay terribles peleas, solo se allanan porque si se hunde el barco se van todos al agua. Obedecen por necesidad. Pero están todos enfrentados.

¿Por qué no van a una interna a ver quién maneja el partido? ¿Por qué no dejan que los afiliados digan quién va a ser el candidato peronista en 2023?

Eso no va a pasar: la democracia partidaria es de la boca para afuera. Cayeron en el arreglo para salir todos más o menos bien parados. Y en las “internas” meten una lista única para cumplir.

 

Todo lo demás es verso. 

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