Tanto escándalo y al final el “ajuste” de ministerios fue muy ligth, y el gobernador Raúl Jalil sigue con una multitud de ministros, que ahora son una docena, demasiado para una provincia con medio millón de habitantes, donde se anunció un super recorte pero después se empezó a dar marcha atrás por quejas y reclamos de funcionarios y al final quedó casi todo como estaba.
Según el decreto que se conoció, donde se dice que “el contexto macroeconómico actual requiere medidas que impliquen la reducción del gasto público”, se termina con un organigrama gigante que incluye:
1) Trabajo, Planificación y Recursos Humanos: Verónica Soria.
2) Gobierno, Seguridad y Justicia: Nicolás Rosales Matienzo.
3) Hacienda y Obra Pública: Juan Marchetti.
4) Vivienda y Urbanización: Fídel Sáenz.
5) Salud: Johana Carrizo.
6) Desarrollo Social: Gonzalo Mascheroni.
7) Educación, Ciencia y Tecnología: Dalmacio Mera.
8) Desarrollo Productivo: Juan Cruz Miranda.
9) Agua, Energía y Medio Ambiente: Eduardo Niederle.
10) Minería: Marcelo Murúa.
11) Cultura, Turismo y Deporte: Daiana Carolina Roldán.
12) Integración Regional, Logística y Transporte: Eduardo Andrada.
Para hacerla más corta, los que se van son Lucas Zampieri de Salud; Alejandra Nazareno de Economía; Sebastián Caria de Industria, Comercio y Empleo; Fabiola Segura de Seguridad e Isauro Molina de Ciencia e Innovación Tecnológica, y casi todos ya tendrían nueva función, así que no se ajusta nada y se sigue gastando en la misma gente.
No se ahorra nada, se hacen un par de enroques y cambian los nombres de los mismos organismos, encima eliminando uno de los pocos ministerios importantes como Seguridad, en una provincia llena de problemas que van desde narcotráfico a robo de motos y arrebatos. El ministro de Seguridad es el que maneja la policía, y ahora decidieron que eso era bueno para ahorrar.
Si repasamos los gastos del gobierno en el primer trimestre del año, esto que hicieron es una payasada.
El catucho