Lo que viene: las elecciones serán una guerra de alianzas

Dialoguistas, pelucas, amigables, acuerdistas… los políticos están alterados como habitantes de un panal de abejas que cayó del árbol, y todos buscan desesperadamente su lugar. Algunos por el temor de perder los espacios que ya tienen, otros porque se huelen que pueden quedarse sin nada. Las elecciones se acercan y los partidos políticos ya no representan nada, no hay identidad. Mandan las urgencias y las conveniencias.

Esa es la realidad en la previa de los comicios de renovación legislativa, por la falta de fuerza de todos los sectores, atropellados por las demandas de la gente y el hervidero de las redes sociales y la presión social.

Las campañas que se pensaban tranquilamente en un despacho ya no existen. Hoy todo cambia en cuestión de horas, y no hay casi ningún dirigente con imagen tan fuerte como para arrastrar a todos o garantizar los votos.

Las propuestas desaparecen y se apuesta a las emociones, sobre todo las emociones negativas, el enojo, el odio.

Va a seguir siendo así porque así funcionó. Javier Milei no llegó a presidente prometiendo paz y amor, sino despotricando contra todos.

Ahora tiene el poder, maneja Casa Rosada y muchos quieren sumarse al carro de la victoria. Lo ven fuerte y quieren ser parte y asegurarse un buen lugar. ¿Por qué no lo van a hacer? Si hasta Patricia Bullrich, que lo enfrentó en las urnas, se sumó.

El radicalismo se desarma porque todos los radicales saben que solos no pueden ganar. Pero atención, porque Milei solo tampoco puede ganar. Cristina sola menos, el peronismo dividido menos, el macrismo se evapora, los partidos chicos no mueven la aguja.

Entonces se viene una elección que será una guerra de alianzas. Todo el arco antikirchnerista se encolumna detrás de Milei. Eso está claro y viene pasando.

Pero ahora está naciendo la otra alianza, que es la de todo el arco anitimilei, que se encolumnará detrás del peronismo. Al menos esa es la idea de los peronistas, que sienten que es la oportunidad de dar pelea. Porque así como hay muchos radicales con peluca, hay muchos radicales que están en contra de Milei.

Se viene una elección de alianzas, una batalla grande con dos bandos. Los infiltrados jugarán un papel importante, dividir al otro batallón va a ser la premisa. Porque el que reúna más gente se queda con todo.

Las intermedias son consideradas elecciones sin mayor importancia, pero esta es una excepción. Si Milei pierde verá su futuro muy complicado para 2027. Si el peronismo pierde quedará al borde de la agonía.

Las fuerzas del cielo y las fuerzas de la tierra definirán su suerte, y habrá movimientos intensos a corto plazo.