El estado de abandono del sistema de salud pública en Catamarca se viene denunciando desde hace años, pero el Gobierno no demostró mucho interés en cambiar las cosas. Qué poco le importa la salud a Raúl Jalil que metió como ministro a un ¡contador público!, toda una señal del lugar por donde pasan las preocupaciones de las autoridades.
EL ministro Lucas Zampieri no tiene idea de lo que es no regresar a la casa porque tiene que hacer guardia, no sabe lo que es ver entrar un paciente con una fractura expuesta, no sabe lo que es contener al familiar de un paciente que murió, no sabe frenar una hemorragia. Si lo llevan al quirófano no puede ni decir los nombres del instrumental quirúrgico. No puede dar medicación a nadie, no puede poner una inyección, no puede asistir a alguien que de desvanece en la calle. No puede hacer nada, porque no sabe nada. Y es la máxima autoridad de Salud en la provincia.
¿Por qué? Porque al Gobierno le importa tres pepinos la salud pública. ¿Por qué? Porque su gran interés es el negocio de la salud privada, y ahí sí le va muy bien. Ahí progresan, hacen fortunas, compran más edificios, abren clínicas, farmacias. Tienen la gallina de los huevos de oro. Cuanto peor funcione la salud pública, mejor para ellos. Más facturación.
¿Y quién denuncia todo esto? ¿La oposición? No, los que sí saben: los médicos y personal del Hospital Interzonal San Juan Bautista, el que se inunda cuando llueve y se cae a pedazos en varios sectores. El que iba a ser reemplazado, trasladado, remodelado y no recordamos cuántas falsas promesas más.
Los médicos, que encima cobran miserias, son permanentemente presionados y ninguneados. “Abusados” dijo uno de los profesionales en una protesta que se hizo ayer.
¿Qué pidieron los médicos? Una locura: “que esto vuelva a funcionar realmente como un hospital, que haya salud”. Pobres ilusos.
Pensar que los aplaudían en pandemia. Ahora los tratan como los tratan. Los amenazan, les advierten sobre represalias. Una vergüenza.
Este no es el primer reclamo, hubo miles, y habrá miles más pero nada se solucionará. Entiendan muchachos, negocios son negocios, esto no va a cambiar con este gobierno.
El catucho