El reparto de guita en el Gobierno viene más desparejo que las calles de Bajo Hondo. No se entiende bien, pero para algunos son épocas de vacas gordas y otros se tomaron en serio la emergencia económica. ¿Hay plata o no hay plata? No se sabe, depende a quién le pregunten.
Por ejemplo, para la mayoría de los empleados públicos, el Gobierno anunció un super aumento de 2,4 por ciento. Guau, qué va a hacer la gente con tanta plata. Por cada 100.000 pesos, ahora les dan 2.400 pesos más. Una fortuna che. Osea, una Coca chica es el aumento.
Pero, si se van a la justicia, es otro cantar: para ellos el aumento es del 14 por ciento. Seis veces más. ¿Y por qué a unos les aumentan seis veces más que a otros? Se sabe que la impoluta Justicia de Catamarca es super eficiente, lo ha demostrado con el Caso Rojas y tantos otros que resuelven al instante. Casi que no tienen tiempo de terminar de actuar los delincuentes que ya los condenan, porque los judiciales de Catamarca son así, una maravilla de eficiencia. Y se merecen ese 14 por ciento. Pero, ¿y los demás?
Para colmo se desató una terrible interna familiar, porque ahora el flamante ministro de Gobierno, Nicolás Rosales, le pide explicaciones a la magistrada Fernanda Rosales. ¿Lo habrá discutido en la cena navideña? Estos gobiernos familiares siempre generan problemas. Hermanos, tíos, primos, cuñados, todos peleados por plata. Qué feo. Por suerte en Catamarca no hay nepotismo, están en los cargos los más capaces porque no hay acomodos, sólo que se da la casualidad de que los únicos capaces son de un par de familias cercanas al gobernador.
Y ahora saltan estas diferencias familiares porque unos tienen plata y otros no tienen plata. La vida es injusta.
Todo bien con el 2,4, que el Gobierno defiende como gran esfuerzo, siempre recordando que te hacen descuento para comprar arroz, porque parece que el One Shot es el paraíso. Tenés que hacer dos horas de cola, media hora para pagar si anda el sistema y encima comerte los sobreprecios que meten. Y la gente no quiere descuentitos en las verduras. Quiere sueldos dignos. Por ejemplo, como los judiciales.
Ahora Rosales llamó a Rosales para preguntarle de dónde sacó la plata que ellos le dieron. Estamos mal pero vamos bien. Solo habrá que buscar algún otro Rosales que haga de mediador en el conflicto.
El catucho