Miles de manifestantes se congregaron este sábado en el centro de Londres en una movilización masiva en defensa de los derechos de las personas trans, luego del reciente fallo de la Corte Suprema del Reino Unido que dictaminó que, legalmente, una mujer es solamente quien nace biológicamente con sexo femenino. La decisión excluye a las mujeres trans de esa definición legal, aunque el tribunal aclaró que las personas trans continúan estando protegidas contra la discriminación.
La movilización, catalogada como una “manifestación de emergencia” por los organizadores, se realizó en la icónica Plaza del Parlamento, donde los asistentes portaron pancartas con mensajes como “liberación trans” y “derechos trans ahora”. Activistas y representantes de organizaciones de derechos humanos advirtieron que el fallo podría tener graves consecuencias prácticas, como la exclusión de mujeres trans de baños, espacios médicos y competiciones deportivas femeninas.
El presidente de la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos expresó su preocupación ante el posible impacto discriminatorio que podría derivarse del veredicto, señalando que podría legitimar la exclusión en distintos ámbitos de la vida cotidiana.
Desde el gobierno británico defendieron la sentencia de los cinco jueces que votaron de manera unánime, argumentando que la misma ofrece “claridad y confianza” tanto para las mujeres como para los proveedores de servicios que deben implementar políticas de acceso en base al sexo legal.
En el Reino Unido, que incluye Inglaterra, Escocia y Gales, unas 116.000 personas se identificaron como trans en el último censo oficial. Desde que se promulgó la Ley de Reconocimiento de Género en 2004, se emitieron cerca de 8.500 certificados, los cuales permitían modificar el sexo legal en los documentos oficiales. Sin embargo, el fallo reciente establece que dichos certificados no alteran la interpretación del sexo en el marco de la Ley de Igualdad de 2010, que solo puede ser entendida en función del sexo biológico.
El primer ministro escocés, John Swinney, expresó su solidaridad con la comunidad trans, reconociendo el “dolor y angustia” generado por el fallo, aunque aclaró que la sentencia debe ser acatada por tratarse de una decisión judicial firme.
Mientras tanto, en las calles de Londres crece el temor de que esta resolución siente jurisprudencia para limitar aún más los derechos adquiridos de la comunidad trans en futuras decisiones judiciales. La manifestación de este sábado buscó enviar un mensaje claro: los derechos de las personas trans no son negociables.