En medio de un contexto marcado por la incertidumbre y la austeridad, la Fiesta Nacional de la Confluencia se alista para desplegar su magia en las calles de Neuquén este sábado. Mientras más de 30 festivales de verano han sido cancelados en todo el país debido a la situación económica, esta celebración emerge como un faro de esperanza y vitalidad para la región.
Aunque originalmente se planificó como un evento extendido a dos fines de semana, la Fiesta tuvo que ajustarse a cuatro noches de duración debido a las difíciles circunstancias económicas. Sin embargo, la calidad artística y la diversidad musical se mantienen intactas.
María Pasqualini, secretaria de la Jefatura de Gabinete de la Municipalidad de Neuquén, subrayó la importancia de esta fiesta no solo como un evento cultural destacado, sino también como un motor económico esencial para la región. Según Pasqualini, la Fiesta genera aproximadamente 12.000 puestos de trabajo de manera directa o indirecta y atrae a una considerable cantidad de turistas, impulsando así el desarrollo del turismo en la provincia.
A pesar de la sombra de preocupación que han dejado las cancelaciones de numerosos festivales en todo el país, este evento emblemático ha logrado mantenerse gracias al respaldo de diversas empresas y comercios locales, así como al apoyo de grandes actores vinculados al desarrollo de Vaca Muerta.
El éxito de la Fiesta radica en su capacidad para atraer a un público diverso y numeroso. Con la presencia de artistas de renombre como Fito Páez, Fabiana Cantilo y otras estrellas, la celebración promete una experiencia musical ecléctica que satisfará los gustos de todos los asistentes. Además, el acceso libre al 85% del predio garantiza que la fiesta sea inclusiva y accesible para todos.
En un momento en que la cultura y la economía están bajo presión, la Fiesta Nacional de la Confluencia se erige como un símbolo de esperanza y resistencia.
