Este miércoles 15 de abril, el cuerpo sin vida de Priscila Martínez fue hallado enterrado en un pozo en la casa de su tío, Rubén Ávila, en la ciudad santiagueña de La Banda. Se trata de una adolescente de 15 años que estaba desaparecida desde el 23 de febrero.
El hombre ya había sido detenido, señalado como principal sospechoso por el femicidio de la menor. Fue la última persona que la vio con vida y tendría un historial de denuncias por abuso sexual.
Priscila salió de su casa ubicada en las calles Almafuerte y 1er. Pasaje junto a Ávila, quien le había prometido trabajos de limpieza y de lavado de ropa. Al ver que no regresaba, su familia denunció la desaparición y desde la semana pasada, organizaciones feministas montaron una campaña en redes sociales para visibilizar su búsqueda.
El cuerpo de la joven fue reconocido anoche por su madre a partir de un tatuaje en su cuerpo con el nombre de un familiar, en la casa donde se produjo el hallazgo, ubicada en la calle Catamarca del barrio Los Lagos.
Es el femicidio número 14 desde que se dictó la cuarentena obligatoria en Argentina. En lo que va del año, 84 mujeres fueron asesinadas según los datos del observatorio Mujeres, Disidencias y Derechos de MuMaLá.
