El radicalismo catamarqueño hace fila para entrar a La Libertad Avanza, ahora con desesperación tras la caída de Mauricio Macri, que a estas horas pasea por España mientras lo poco que queda del PRO se le prende fuego.
La UCR local, que en Catamarca ganó una elección de gobernador por última vez en 2007 (aliado con los K), no levanta cabeza y se ilusionó allá en el 2015, cuando Macri se hizo presidente.
Los radicales creyeron que se terminaba la malaria, calcularon 8 años de oficialismo en Casa Rosada con ellos como aliados, cargos nacionales, apoyo para recuperar la provincia y otra vez la felicidad del poder, de la mano de un Cambiemos que los llevó a festejar el final del peronismo.
Las cosas no salieron tan bien como esperaban. El gobierno de Macri fracasó, el sueño de reelección no duró nada, y en Catamarca siguieron penando. Renovaron la apuesta con Juntos por el Cambio, que era lo mismo de antes con otro nombre, pero perdieron.
Entonces dijeron “¿Por qué le tenemos que prestar la estructura a Juntos por el Cambio que se está desinflando?”, y soñaron con una alianza liderada otra vez por ellos, como fue el Frente Cívico y Social.
Las cosas tampoco salieron bien. Tuvieron algunos apoyos pero no pudieron aprovechar el desastre de Alberto Fernández. Prometieron ir juntos, después se dividieron, y entre tanta vuelta terminaron haciendo la peor elección de la historia: cuartos cómodos.
En el medio, el fenómeno Milei que arrasó con todo, y quedaron en Pampa y la vía.
Pero ahora descubrieron la pólvora política y la fórmula del éxito: “¡Hay que hacerse libertario!”. Monti no tardó ni medio segundo en cambiar de camiseta, y va más a Casa Rosada que al Comité Provincia. Claro, ya se le termina el mandato y necesita acomodarse urgente.
Y acá, ruegan por una alianza urgente. Ya salió Flavio Fama a pedir un frente radical-libertario, golpearon la puerta de las oficinas violetas y les abrió Tiago Puente, que está instalado hace rato.
Los radicales están desesperados por ponerse peluca, y después de la elección porteña ninguno lo disimula.
¿Cerrarán una alianza? ¿Aceptarán los libertarios de la primera hora en Catamarca que les copen las listas con correligionarios recién llegados? ¿Van a usar el fenómeno de Milei para poner a los mismos de siempre en el nombre del cambio? ¿Alcanza con juntar radicales y libertarios para quitarle el poder al peronismo?
Todo está por verse. Lo que queda claro es que hay muchos políticos que están de oferta, parados en la esquina esperando el colectivo. Y cualquiera los deja bien.
El Catucho