Gloria Estela Martínez Galeano, de 32 años, caminaba ayer por la tarde por Dean Funes, en Parque Patricios, Buenos Aires. A metros de ella, sentado sobre un escalón en la puerta de una casa, en esa misma calle, se encontraba su ex pareja: Juan Domingo (48), el hermano de Maximiliano “Chanchi” Estévez, ex jugador de Racing. Estaba junto a un amigo de remera amarilla.
En una mano por detrás de su cintura, Galeano ocultaba un cuchillo. Mientras la mujer se acercaba a la dupla de amigos, Juan Domingo parecía estar picando marihuana, concentrado, y mirando hacía sus manos. El otro joven, por su parte, estaba distraído y observaba la calle, como quedó registrado en las cámaras de seguridad de la zona que captaron el momento.
Cuando Galeano llegó a donde estaban los amigos, de imprevisto, apuñaló dos veces a Juan Domingo a la altura del pecho. En ese momento, sorprendido, la víctima se paró y discutieron, se gritaron. El hermano de “Chanchi”, aún con vida y con una mancha de sangre sobre su remera celeste, le llegó a lanzar una piedra a su agresora, pero no le impactó: ella escapaba hacia la esquina opuesta. Pocas horas después, el hombre murió debido a las heridas.
Así, Galeano fue detenida esta madrugada en la habitación donde vivía desde principio de este año, a ocho cuadras de donde asesinó a Juan Doming.
Cuando los agentes de la Policía de la Ciudad ingresaron al domicilio para arrestarla, la escena volvía evidente cómo era la vida de Galeano. En el lugar, los detectives hallaron dos cuchillos tipo Tramontina, uno con la hoja más larga de lo común, una cuchilla y una cuarta arma blanca del tipo de caza: todos tenían manchas de sangre.
De acuerdo a los investigadores, la mujer estaba sumergida en el submundo marginal de la zona Sur de la Ciudad de Buenos Aires, una historia de vulnerabilidad. Cambios de domicilio constantes, adicción a las drogas, compra y venta de productos robados para conseguir más sustancias, distintas parejas a las que llegaba para buscar una cierta protección y que luego, muchas veces, se transformaban en su peor pesadilla.
La mujer es madre de una nena de tres años. De acuerdo a fuentes del caso, contaba con un botón antipático porque había realizado denuncias por violencia de género contra el padre de la menor. Tras separarse, comenzó a deambular por distintas paradas de adictos.
Una de esas paradas, según aparece en datos oficiales, es una casa tomada en Misiones al 200, en Balvanera. Ahora, en esa residencia, nadie quiere hablar de Galeano.
Así, en las últimas horas, el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°7, a cargo de Martín Carlos Del Viso, la acusó por el homicidio del hermano del futbolista y fue trasladada a un calabozo. Por el momento, el móvil del crimen es materia de investigación. La principal sospecha es que Juan Domingo y Galeano fueron pareja y algo ocurrió cuando la relación se rompió que derivó en el asesinato.