Colombia vive una jornada de movilización nacional marcada por el dolor, la unidad y el repudio a la violencia política. Luego del atentado sufrido por el senador conservador Miguel Uribe el pasado 7 de junio, ciudadanos de distintos puntos del país participan de una Marcha del Silencio convocada por sectores del oficialismo, la oposición e independientes.
“Esta es una marcha en silencio, cívica, de recogimiento, sin proselitismo, sin banderas partidistas, sin consignas agresivas”, señala el texto de la convocatoria difundido en redes sociales y medios locales. El llamado también destaca la importancia de respetar la vida y de acompañar el proceso de recuperación del legislador herido.
Las manifestaciones ya avanzan en ciudades como Bogotá, Medellín, Barranquilla, Cali, Cúcuta y Bucaramanga. En todas ellas, predomina el color amarillo entre los asistentes, que visten camisetas de la selección colombiana de fútbol, portan banderas nacionales y globos blancos con la leyenda “Estamos contigo, Miguel”.
El Gobierno dispuso un operativo especial de seguridad para garantizar el desarrollo pacífico de las movilizaciones. Participan efectivos de la Policía Nacional, la Unidad Nacional de Protección (UNP) y el Ejército, en un contexto político atravesado por la polarización y la tensión social.
Además, se convocó una nueva manifestación bajo el lema “Una Luz por la Vida” para el martes 17 de junio, con la presencia confirmada de varios gobernadores del país.