Nahir Galarza cumple este miércoles el noveno día sin comer en la Unidad Penal Número 6 de Mujeres de Paraná, Entre Ríos.
Sólo toma agua y bajó mas de ocho kilos. La huelga de hambre le genera mareos y está más débil. Pero, asegura, le afecta más no poder ver a sus padres y a su hermano hace ya 54 días.
Tanto Marcelo Galarza como Yamina Kroh están muy preocupados por la salud de su hija. Pese al reclamo, en medio de la pandemia del coronovirus, no hubo respuestas.
“Nadie se ocupó de ella, nadie fue a verla. Ni de los organismos de derechos humanos. Es una discriminación, como si lo que pide fuera un capricho y no un derecho e hicieran la diferencia con ella”, dijeron sus padres.
El martes fue el cumpleaños de Marcelo Galarza, quien pudo comunicarse con ella. “Fue difícil, mis cumpleaños siempre fueron con mi esposa y mis hijos, pero todo es duro. Todo lo que se ha pedido judicialmente ni siquiera se contempló, como si hubiera una condena de antemano. Está su vida en riesgo”, dijo angustiado.
“Hablamos por teléfono, la notamos muy débil. Más allá de que la asiste un médico, lo que sentimos es que nadie se ha preocupado por lo humano. Siempre fue así en la Provincia de Entre Ríos. Hace dos meses que no nos vemos. Ella lleva dos años procesada sin condena firme. No puede estar más de ese tiempo detenida sin sentencia firme”, agregaron.
La joven de 21 años, condenada a perpetua por el crimen de Fernando Pastorizzo, ocurrido el 29 de diciembre de 2017, firmó un acta en la que deja constancia de su decisión. Todos los día le toman la fiebre, la presión arterial y la pesan.