Funcionarios nacionales ya admiten que es probable que no se cumpla con lo pautado en el Presupuesto 2022. Preparan suba de tasas en busca de frenar los aumentos. INDEC da a conocer esta semana la inflación de enero.
El viernes, Banco Central (BCRA) publicó el primer Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) de 2022, con las nuevas proyecciones del sector privado para las principales variables macroeconómicas, como el dólar, la inflación, el PBI, y las tasas de interés.
La mediana de las estimaciones de las 39 consultoras y entidades financieras que participaron arrojó un aumento de precios esperado de 55% para el acumulado de este año, 0,2 puntos porcentuales por encima respecto de la estimación previa.
Para enero, la inflación estimada fue del 3,8%, a la espera del dato oficial que el INDEC dará a conocer esta semana.
Frente a este escenario, una de las estrategias que desplegará el Banco Central ajustar al alza nuevamente las tasas de interés, en busca de frenar la escalada inflacionaria.
Tras el acuerdo entre el país y el FMI para refinanciar la deuda en dólares, del que se desprende entre otros puntos clave, el objetivo de asegurar tasas reales positivas, la autoridad monetaria volverá a incrementar los tipos de interés por segunda vez en el año, tras el ajuste concretado a principios de enero.
Hace poco más de tres semanas, la BCRA anunció el inicio de un proceso de recalibración de su política monetaria, que incluyó una suba de dos puntos porcentuales de la tasa de interés de referencia de las Letras de Liquidez (Leliq) a 28 días, que pasó del 38 al 40% anual, incrementando así el retorno que ofrecen los bancos por los depósitos a plazo fijo, y buscando apaciguar la presión sobre el dólar, pero también intentando detener la inercia inflacionaria.
Así, el Central dispuso el pasado 6 de enero que el rendimiento que pagan los bancos por los plazos fijos pase a un piso de 39% anual, desde el 37% previo, para los depósitos a 30 días para personas humanas (de hasta $10 millones), mientras que para las empresas la tasa mínima garantizada se fijó en el 37% anual, desde el 35% previo.
En busca de llevar flujo desde los pasivos remunerados hacia los títulos del Tesoro, también eliminó los Pases a siete días y creó una nueva Leliq a 180 días con tasa del 44%. La medida fue en sintonía con las metas acordadas con el FMI de reducir la emisión (al desafiante 1% del PBI en 2022) e incrementar el financiamiento del Tesoro vía deuda en pesos.