En un contexto de creciente tensión con las universidades, las comunicaciones entre los ministros de Seguridad de Nación, Patricia Bullrich, y de la Ciudad, Waldo Wolff, se intensifican con el propósito de mantener una postura firme respecto a la próxima marcha universitaria, que se espera sea de gran convocatoria, con el objetivo de evitar cortes en las vías públicas.
Desde el Ministerio de Seguridad, se ha confirmado que se mantendrá el protocolo antipiquetes vigente. En palabras de un representante del Ministerio, “si algo no tiene es doble vara. Vamos a mantener nuestra línea de acción. Vamos a ver cuántos son. El protocolo (antipiquete) lo mantenemos, veremos qué pasa con la cantidad de gente, la idea siempre es que haya la menor cantidad de molestia posible para la ciudadanía”.
Por otro lado, el Ejecutivo ha expresado su descontento ante la realización de esta marcha universitaria, calificándola como una “barbaridad” y “una falta de códigos total”, a pesar de las recientes noticias sobre la ampliación del presupuesto destinado a la educación.
El conflicto entre el sector universitario y el Gobierno nacional ha ido en aumento en las últimas semanas, principalmente centrado en la discusión del presupuesto para el área y el reclamo por la falta de actualización. A pesar de los intentos de diálogo, el descontento ha ido en aumento, exacerbado por lo que algunos consideran una campaña de desprestigio en redes sociales.
Con la expectativa de que la marcha sea de amplia convocatoria y concentre a diferentes sectores en distintos puntos, las autoridades se enfrentan a la complicación de aplicar el protocolo antipiquetes de manera efectiva. Según relatos de referentes del ámbito académico al medio La Nación, el malestar en las filas del Gobierno Nacional ha sido tal que se han realizado intentos de cancelar la marcha.
