Este sábado, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó por amplia mayoría el envío de un paquete legislativo de 95.000 millones de dólares destinado a brindar asistencia de seguridad a Ucrania, Israel y Taiwán, en medio de crecientes tensiones internacionales.
La discusión sobre este paquete de ayuda ha sido prolongada, con ciertos miembros del recinto expresando reservas. Inicialmente, una orden directa del ex presidente Donald Trump había generado rechazo entre los republicanos, una postura que continuó entre los legisladores de línea dura en las últimas sesiones. Marjorie Taylor Greene, una de las mayores aliadas de Trump en el Congreso, criticó la decisión, argumentando que el gasto en política exterior distrae al gobierno de los asuntos internos.
A pesar de la oposición de algunos republicanos, la Cámara de Representantes finalmente aprobó el envío de ayuda en cuatro votaciones separadas. Este paquete aprobado incluye 60.800 millones de dólares para Ucrania, 26.400 millones para Israel y 8.100 millones para los países del Indopacífico, con una parte significativa destinada a Taiwán.
Además de la asistencia financiera, la legislación también contempla medidas como sanciones, nuevos límites para la red social TikTok y la posible transferencia de activos rusos incautados a Ucrania. El representante republicano Tom Cole expresó: “Las medidas que tomamos hoy serán recordadas en el futuro como necesarias para nuestra seguridad nacional. Vladimir Putin está observando, Xi Jinping está observando, y los líderes de Irán y otros enemigos de EE.UU. están observando”, según reportó La Vanguardia.
La ayuda a Ucrania recibió el rechazo del sector ultraconservador del partido republicano y fue aprobada de manera unánime por los demócratas (311 votos a favor y 112 en contra). Por otro lado, la ayuda a Israel generó desacuerdo entre los demócratas progresistas, con 366 votos a favor y 58 en contra, quienes instan a condicionar la ayuda estadounidense al cese del fuego que afecta a la población civil.
En el caso de Israel, que ha recibido ayuda anual del gobierno estadounidense durante más de una década, el dinero se destinará al refuerzo de las defensas antiaéreas tras los recientes ataques cruzados con Irán, que han aumentado la preocupación por la seguridad en la región.
