Durante la madrugada del domingo, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires llevó a cabo un operativo para desalojar a los militantes que acampaban desde el pasado martes frente al domicilio de Cristina Fernández de Kirchner, ubicado en San José 1111, en el barrio de Constitución. La protesta se había iniciado tras la confirmación de la condena a seis años de prisión por parte de la Corte Suprema de Justicia.
Según informó la agencia Noticias Argentinas, el procedimiento se desarrolló sin incidentes. Los efectivos removieron carpas, estructuras, banderas y otros elementos instalados sobre la vía pública, despejando el espacio frente al edificio sin enfrentamientos.
Pese a la medida, horas más tarde, la exmandataria reapareció brevemente en escena. Desde el balcón de su departamento, Cristina Kirchner saludó a quienes aún permanecían en las inmediaciones, gesto que fue interpretado como una señal de continuidad en su vínculo con la militancia, más allá de la sentencia judicial.
En ese marco, se espera que el próximo miércoles 18 de junio tenga lugar una movilización masiva convocada por La Cámpora y otras agrupaciones afines. La manifestación acompañará a la expresidenta en su presentación ante los tribunales de Comodoro Py, donde se pondrá formalmente a disposición de la Justicia tras el fallo en su contra.
La jornada del miércoles promete ser clave no solo en términos judiciales, sino también políticos, en un contexto de fuerte polarización y movilización social en torno a la figura de Cristina Kirchner.