Fernando y Natalia, hijos de Juan Carlos Rojas, salieron con los tapones de punta y destaparon la olla del horrible asesinato del ministro, al poner en evidencia que existe un enorme encubrimiento que impide avanzar hacia el esclarecimiento del crimen.
Claro, como en un año no se logró nada en la investigación, el gobierno ni se despeinó, nombraron a otro ministro y a otra cosa, se preocuparon sólo por la campaña y Barrionuevo se dedicó a coquetear con Milei, los meses pasaron y estamos como el primer día: sin hipótesis, sin detenidos, sin respuestas.
Pero como se venía el primer aniversario del crimen y algo había que decir, se lanzó a los medios un curioso balance de la causa, en el que directamente se apuntaba a la familia del propio sindicalista asesinado como sospechosos.
Una jugada sucia, un golpe bajo, que se apoya sobre todo en la idea de que el propio Fernando limpió la escena del crimen, pero sin aclarar que fueron los policías quienes le dijeron que lo hiciera.
Así se desprende de un tremendo documento, en el que con el título “Decir verdades a medias, también es mentir”, los Rojas pusieron su verdad sobre la mesa.
En las partes más importantes del escrito, se separan dos grandes grupos de hechos en acciones y omisiones, y sobre todo en lo que hizo la familia “sospechosa” y la justicia. El documento es letal y desnuda la asquerosa forma en que se manejó el caso.
Acá los párrafos más contundentes:
La familia de Juan Carlos Rojas…
* fue la que denunció las claras y evidentes maniobras de encubrimiento
* fue la que cuestionó la actuación del fiscal Palacios
* denunció al jefe de homicidios
* se puso a disposición, entregó los celulares y dio las claves
* fue la familia la que terminó desnudando la estrategia de esta justicia de hacer pasar el homicidio de un ministro como una muerte natural y la que puso en duda la muerte accidental
* fue la que terminó en conferencia de prensa mostrando las fotos
* fue la que terminó con la farsa de la justicia y de la policía que le mentían a todos los catamarqueños
* fue la que denunció y abrió la causa de encubrimiento
* fue la que denunció la alteración de la escena
* fue la que viene denunciando que no se investiga con profundidad la pista política, la pista económica, la pista de desarrollo social, la pista de las compras, la pista de los robos de bolsones, la pista del desmanejo, la pista de las rendiciones de cuenta, la pista de las amenazas
La justicia de Catamarca
* es la que calla y miente, es la que duerme y falla, es la que debe responder y no responde
* es la que dijo acá no vimos nada extraño
* es la que no ha tomado una sola medida investigativa contra aquellos policías que viendo los golpes dijeron “pone muerte natural
* es la que mintió y plantó a un perejil en la puerta de la casa de papá y con eso la imputaron
* es la que entró al quirófano de la morgue y patoteó a las medicas durante la autopsia
Los Rojas denuncian que los investigadores “llevan un año buscando donde saben que no encontraran al autor”, porque lo que se busca es encubrir y proteger, ya que “la corrupción nos llegó hasta el cuello” y “los nombramientos a dedo de amigos, parientes y relaciones han plagado la justicia de ineptos, inescrupulosos y corajudos que no tienen preparación ni experiencia para sentarse a impartir lo justo. Hoy vivimos una crisis institucional nunca vista, hoy sufrimos una inseguridad nunca vista”.
Y advierten al final que nadie está a salvo: “Si al ministro le hicieron esto, si a Rojitas le hicieron esto, ¿que les hace pensar que a ustedes no?”.
El catucho