Mientras la tensión entre Rusia y Ucrania continúa creciendo con acusaciones cruzadas, el ejército ruso culpó este sábado a las fuerzas ucranianas de bombardear un hospital en el que se atendían tanto civiles como militares y causar así la muerte de 14 personas, junto a 24 heridos totales.
Tras la advertencia con la que Ucrania impuso el estado de alerta en todo el país, debido a la detección de misiles rusos en dirección al territorio invadido, la situación no paró de escalar. En principio, Rusia decidió volver a atacar a causa de los anuncios en que Alemania y Estados Unidos aseguraron que van a ayudar a “armar” al ejército ucraniano.
Ahora, después de estos ataques, fueron las fuerzas militares rusas quienes informaron de un reciente bombardeo a un hospital en la región separatista de Lugansk, en el que se atendían a civiles y oficiales.
“Las fuerzas armadas ucranianas bombardearon deliberadamente el edificio del hospital local con lanzacohetes HIMARS”, informó en primer lugar el ejército ruso en un comunicado, según dio a conocer Télam.
En esa línea, el documento sostiene que “un bombardeo intencional contra un establecimiento médico civil constituye sin lugar a dudas un grave crimen de guerra cometido por el régimen de Kiev”. Por último, el ejército concluyó que “todos los implicados en la preparación y la ejecución de ese crimen serán encontrados y castigados”.