El reciente atentado en Rusia, que dejó más de 130 personas fallecidas, conmocionó al mundo el pasado viernes. Sin embargo, tras una rápida respuesta de las autoridades, los presuntos responsables fueron detenidos mientras intentaban escapar hacia Ucrania, según anunció el presidente ruso, Vladimir Putin, quien aseguró que enfrentarán la justicia.
Entre los escombros de la sala de conciertos del Crocus City Hall, derrumbada por los atacantes, los servicios de emergencia rusos trabajaron incansablemente durante la noche del viernes y la madrugada del sábado en las afueras de la capital Moscú. Horas después del trágico suceso, Putin hizo el anuncio de la captura de los culpables.
“Hoy me dirijo a ustedes en relación con el acto terrorista sangriento y salvaje, que cobró la vida de decenas de personas inocentes y pacíficas”, expresó el presidente, quien declaró el 24 de marzo como día de duelo nacional.
Putin enfatizó que “todos los autores, organizadores y cómplices de este crimen recibirán un castigo merecido e inevitable, independientemente de quiénes sean o quién los haya enviado”.
“Los cuatro perpetradores del acto terrorista, que dispararon y asesinaron a personas inocentes, han sido detenidos mientras intentaban huir hacia Ucrania. Identificaremos y castigaremos a todos los que estuvieron detrás de los terroristas que planearon este ataque”, afirmó el presidente ruso.
El Estado Islámico (ISIS) se atribuyó la responsabilidad del ataque después de la conmoción, publicando imágenes de los individuos que llevaron a cabo el atentado. Según declaraciones a través de Telegram, “el ataque fue perpetrado por cuatro combatientes de ISIS, armados con ametralladoras, una pistola, cuchillos y bombas incendiarias”.
Dos semanas antes, el gobierno de Estados Unidos había advertido sobre planes de extremistas para atacar “grandes concentraciones en Moscú, incluidos conciertos”, una declaración que en su momento fue desestimada por Putin, quien afirmó que buscaban “intimidar o desestabilizar” a la sociedad rusa.
