Ya estamos llegando a mayo, y varios legisladores catamarqueños empiezan a subir la temperatura, porque muchos pueden perder su banca, y saben que para cada silla hay 80 aspirantes. Sí, sí, está el coronavirus, la pandemia, todo lo que quieran. Pero las elecciones quedan a la vuelta de la esquina, y cunde la ansiedad en los pasillos de Ayacucho y República.
Las elecciones intermedias, con casi todos los cargos ejecutivos resueltos (sólo se definirán en 2021 las intendencias de Mutquín y Los Altos), son claves para el armado de los cuerpos legislativos a nivel nacional, provincial y de los concejos deliberantes. Como ya dijimos, hay una multitud en la línea de largada, y la pechadera, silenciosa, ya se hace sentir.
A nivel provincial, se vienen batallas a calzón quitado en el oficialismo y en la oposición, porque se terminan los mandatos de varios “pesos pesados”, y una banca es siempre un espacio apetecible para el arco dirigencial, incluyendo aspirantes que llegan de otras experiencias como funcionarios, de intendencias y del ala sindical, más alguna cara nueva que siempre se busca para refrescar la lista.
En diciembre, en un par de meses, en nada, terminan su mandato en el peronismo elexministro de Hacienda Ricardo Aredes; el hijo del fiscal de Estado, Juan Denett; la presidenta del Partido Intransigente, Adriana Díaz; el exsubsecretario de Asuntos Municipales, Daniel Lavatelli; el ex legislador nacional Isauro Molina; el ex subsecretario de Obras Públicas y administrador de Catastro, Marcelo Murúa; el sindicalista gastronómico, Juan Carlos Rojas; la exintendenta de Valle Viejo, Natalia Soria; la médica y exdirectora del Hospital de Niños, Mónica Zalazar y el exsubsecretario de Hacienda y secretario de Ambiente, Armando Zavaleta. También el exintendente tinogasteño Hugo “Grillo” Ávila, antes oficialista y hoy ácido opositor.
Por la oposición se despiden Enrique Cesarini, presidente del alicaído PRO; los veteranísimos Marita Colombo y el lapaceño Víctor Luna, Genaro Contreras, el ascendente Francisco Monti, Carlos Marsilli, el brizuelista Rubén Herrera y Alejandra Pons. Una veintena de bancas quedarán disponibles, muchos aspiran a la reelección, y aunque las definiciones llegarán dentro de algunos meses, la “rosca” ya está a full.
De los nombrados, más de la mitad quieren repetir y quedarse. Pero hay varios en el Ejecutivo (incluyendo conocidos ministros) que ya tienen reservado lugar. Nadie dice nada porque queda mal hablar de campañas cuando estamos contando infectados y fallecidos día a día. Pero si se paran las orejas se podrá escuchar el run run que viene de la Legislatura.
Quien quiera oir que oiga.
