Todo lo dicho quedó en anécdota: que las prioridades, que la compra directa, que el presupuesto, que la licitación, que la pandemia. A otra cosa mariposa: el Gobierno ya publicó en el Boletín Oficial la compra del avión.
Como dijimos en este Catucho, no se discute la importancia de un avión sanitario: se discute el monto y el gasto, cuando todos los expertos explican que por la cuarta parte se puede tener una nave que cumpla la misma función. Y se discute el momento, cuando hay urgencias por todas partes luego de un año de recesión y cierres.
Pero hubo oídos sordos a las críticas y se avanzó como con un tanque que pasó por encima de todos los cuestionamientos y llegó donde quiso.
Un detalle sí llama la atención: el propio ministro de Hacienda, Sebastián Véliz, dio un precio final cuando defendió la compra, y en el Boletín Oficial apareció otro precio distinto.
Véliz dijo que el costo total del avión sería de 8.950.000 dólares, y el Boletín Oficial dice 9.000.000. ¿Véliz lo dijo así para que suene menos doloroso, como hacen los negocios de feria que ponen ofertas a 9,99? ¿O redondearon y listo?
El tema es que parecen monedas al lado del gigantesco número, pero no son monedas.
Esos 50.000 dólares equivalen a 7,5 millones de pesos, mucho mucho dinero para esta Catamarca con tantas necesidades.
¿Por qué el precio final cambió en 7,5 millones? ¿No estaba definido el costo final? Una duda más que se agrega a una transacción cuestionada, pero en la que igual, por lo visto, ya está todo cocinado.
