Hace algunas semanas se emitió el programa de Alejandro Wiebe “Marley” dedicado a Catamarca, un espacio costoso para el gobierno pero que puede ser válido como propaganda, por el indiscutible rating y alcance que tiene desde la pantalla de Telefe.
Se eligieron algunos puntos emblemáticos como la Ruta del Adobe, el Pueblo Perdido de la Quebrada, una vieja casona de Andalgalá, las dunas de Tinogasta, las Termas de Fiambalá, el Dique El Jumeal y algo de Belén, todos lugares muy lindos. Quedaron afuera otros como Fray Mamerto Esquiú, el Campo de Piedra Pómez, Fray Mamerto Esquiú, Santa Rosa, El Alto, La Paz, Paclín, etc, pero claro que era imposible mostrar todo.
Ahora bien, Catamarca sigue lejos de las opciones turísticas a nivel nacional. Promediando el verano (de la temporada clásica de vacaciones van quedando dos o tres semanas) y nada cambió: la gente va por millones a Carlos Paz, la Costa Atlántica y un poco menos a “nuevos” destinos como Mendoza, Salta, Entre Ríos o el Sur.
Catamarca sigue sin figurar en el mapa, por más que cada tanto se apunte algún fin de semana largo movido.
Y es que no alcanza con Marley para potenciar el turismo. Puede venir Leonardo Di Caprio también, y de poco va a servir si la gente que llega no tiene servicios mínimos. Por ejemplo: comida. En casi todos los restaurantes echan comensales apenas se acerca medianoche diciendo que se cierra la cocina. Y hablamos de Capital, en el interior el panorama es peor.
La red de hosterías provinciales se convirtió, en muchos casos, en negocios de amigos. La mayoría fueron cedidas a personas que no son profesionales del rubro gastronómico, y reciben a los visitantes sin carta de precios, con floja atención y reducido menú.
El Estado se sacó mayormente el peso de encima, para dar a conocidos la oportunidad de hacer plata, con nada de inversión y flojitas propuestas.
La más icónica hostería, de la Cuesta de El Portezuelo, sigue cerrada… ¿no hubiera sido más fácil encarar su reapertura que dedicar millones al estadio?
La verdad es que el boom turístico acá no pasa del anhelo, como siempre, y eso que en todo el país se habla de temporada record por el éxito del PreViaje.
Casi todos los destinos turísticos de todo el país finalizaron enero con muy buenos niveles de ocupación y, en el marco del segundo cambio de quincena de la temporada, manifiestan buenas perspectivas por el también alto registro de reservas a partir de este fin de semana, en particular en los centros veraniegos de la costa bonaerense.
En esa zona atlántica, los altos índices de ocupación -todos por encima del 90%- se daban tanto en pequeños destinos donde es fácil colmar sus pocos miles de plazas turísticas sino también en los de gran porte, como Mar del Plata o Pinamar, según datos del Ministerio de Turismo y Deportes (Minturdep).
La situación se repite en centros turísticos veraniegos alejados de la costa atlántica, como los de Córdoba, donde se destaca Villa Carlos Paz; la Patagonia, con San Carlos de Bariloche a la cabeza y el Litoral fluvial.
Según Turismo de Nación, “en el NOA se destacan Jujuy, con un promedio provincial del 80% de ocupación de sus 12.000 camas turísticas, y Tafí del Valle, en Tucumán, con el 73% sobre 1.800 plazas”.
Catamarca… la verdad que no pasa naranja. Queda mucho por hacer.
