En cuestión de horas Nicolás Vázquez y Gimena Accardi pasaron del relax al infierno. Anoche se derrumbó parte del edificio en el que estaban hospedados en Miami. Mientras se intensifica la búsqueda de nueve argentinos desaparecidos entre los escombros, la pareja se expresó en sus redes sociales: “Andamos con lo puesto dando gracias al universo por este milagro”.
Los artistas habían ido a cenar a un restaurante con Martín Bossi y regresaron a la torre cerca de la 01:20 de la madrugada. Estacionaron el auto en el garaje y subieron al ascensor. “Escucharon un crujido, un ruido raro que les llamó la atención. Cuando se abrieron las puertas vieron una nube de polvo y gente corriendo desesperada. Ahí decidieron correr y salir del edificio. Ella se golpeó con una palmera y ahí se hizo un chichón. Se realizó una tomografía y le dijeron que no era de gravedad”, explicó la periodista Cecilia Martí.
Mientras todos intentaban contactarse con la queridísima pareja, ellos mismos se encargaron de llevar tranquilidad con un breve mensaje: “Estamos bien, gracias por preocuparse”.
Ahora volvieron a referirse a lo ocurrido en sus redes donde agradecieron los mensajes de cariño y apoyo recibidos. “Gracias a todas las personas que se acercan a dar una mano. Gracias de corazón”, comenzaron y explicaron que tienen los teléfonos colapsados y sin batería.
“Andamos con los puesto dando gracias al universo por este milagro. Rezamos por las víctimas y sus familiares. Y agradecemos públicamente al consulado argentino, Leandro Fernández Suárez y su equipo, por ser tan humanos y por darnos el primera abrazo”, concluyeron en el comunicado que publicó cada uno en su respectivo perfil de la red social.
El relato estremecedor de Nico Vázquez
La pareja de artistas se salvó de queda atrapada en el derrumbe de un edificio que colapsó en Miami. En un audio que mandó por WhatsApp a TN Show y otros medios, el actor se quebró al asegurar: “Estuvimos cerca de no contarla”.
Vázquez sostuvo que todavía estaban en shock: “Vivimos un momento muy fuerte con Gime. Veníamos de cenar. Estacioné el auto en la cochera. Escuchamos un ruido muy fuerte y con una diferencia de seis segundos, se movió el ascensor y arrancó una polvareda muy fuerte. No entendíamos qué pasaba”.
Entonces cayó en la cuenta de que se había derrumbado parte del estacionamiento. “Estábamos uno al lado del otro y teníamos una nube de polvo tan grande que no nos podíamos ver. Ahí es cuando Gime corre y se golpea la cabeza. Le sale como un huevo muy grande y eso me asustó”, precisó angustiado, pero destacó que los vecinos los auxiliaron de inmediato. “Estamos vivos de milagro”, cerró.
