Fue allá por 2018 cuando Rubén Manzi se lanzó por primera vez a la carrera por la gobernación, y terminó devorado por la interna radical, que al final le concedió una banca en el Congreso, para darle la principal candidatura a un Roberto Gómez que fue apabullado por el peronismo.
Cuatro años después, Manzi vuelve a competir, y ahora consiguió un respaldo fundamental, el de Horacio Rodríguez Larreta, jefe de gobierno porteño y uno de los más encumbrados precandidatos a presidente, cuya bendición buscaban varios opositores catamarqueños.
Del otro lado ya se mandaron como fórmula Flavio Fama y el disidente peronista Hugo Ávila, mientras Alfredo Marchioli ve devaluarse sus pergaminos como triunfador de la interna de la UCR porque nadie lo esperó y todos se largaron por su cuenta.
Gómez y otros aliados buscan cobijo en Patricia Bullrich, y Víctor Quinteros sigue firme de la mano de Facundo Manes, pero por primera vez Manzi parece correr con ventaja, y confía en que tendrá su revancha para enfrentar a Jalil.
La intención de todos, según dicen, es armar una lista de unidad, pero de acá al sábado parece difícil que lo logren, y en la interna habrá que tener cuidado de que el diablo no meta la cola, y aparezcan fondos oficiales para ayudar al candidato menos conveniente, como se dice que pasó en la misma interna con el famoso “caballo de Troya”.
Tampoco parece fácil porque el oficialismo estará metido en su propio baile, así que Manzi derrocha optimismo y siente que esta última oportunidad que se le presenta puede ser la que lleva esperando tanto tiempo.
Es una rareza porque Manzi es seguidor histórico de Lilita Carrió, que en CABA está enfrentada con Larreta, pero recursos por acá no sobran y si el mandamás porteño los trae, bienvenido sea.
Otros correligionarios apostaban por Gerardo Morales, que viene rezagado y bajo la lupa por el escándalo de Jujuy, así que la UCR que tanto empujó por ser la locomotora del tren, bien podría quedar relegada otra vez.
Hay muecas de desagrado y por eso Manzi se apura a avisar que si gana hará un gobierno de coalición con todos los perdedores de esta instancia. Es que para enfrentar con chances al aparato estatal no puede darse el lujo de dejar ningún soldado en la trinchera.
Lo concreto es que a octubre llegará uno solo. Manzi, Monti, Fama, Avila, Marchioli, Gómez, Quinteros… todos tendrán que acompañar al que sobreviva en esta etapa. Hoy prometen hacerlo gane quien gane… Mañana veremos.
El sábado se sabrá, al menos, quienes juegan el preliminar de la final.
La visión del catucho