Se destapó Alfredo Marchioli y calificó a los radicales con peluca como potenciales “idiotas útiles”, algo que pocos se hubieran atrevido a hacer por temor a enojar a todo el radicalismo, pero como él es el presidente de la UCR, nadie le puede discutir.
Marchioli, que conduce a la UCR local y está en el tramo final de su mandato, mandó así al frente a Francisco Monti, Tiago Puente y todos los correligionarios enamorados de Milei, avisándoles que no se crean que van a ser gobierno de la noche a la mañana por chuparle las medias al presidente, y que los van a hacer “trabajar gratis” para otro.
Y capaz que Marchioli tiene razón. El radicalismo terminó cuarto en las últimas elecciones. Cuartos detrás hasta de los votos en blanco. La peor elección de la historia. Y de la nada se quieren hacer oficialistas, algo que no se cree nadie. Como que se nota la desesperación por agarrar algún carguito o algo.
Los que se prueban la peluca sienten que es la única que les queda, que acá no pueden ganar y que es sumarse a las fuerzas del cielo o salir a laburar, entonces se cambian de equipo sin drama y que digan lo que quiera. Pero no es así como funciona la política. No es que vos perdiste todos los partidos, te comprás la camiseta del equipo que salió campeón y sos campeón.
Marchioli marca diferencias con estas alianzas y lo que fue el Frente Cívico y Social, porque el FCS lo manejaba el radicalismo. Entonces, hacer creer que esto es lo mismo es una gran mentira, porque acá el radicalismo no va a manejar nada. No tiene chequera, ni lapicera, ni voz de mando. Milei no los necesita.
Y Marchioli tiene fresco el recuerdo de lo que pasó con Cambiemos. Ahí también, un radicalismo perdedor en Catamarca creyó que se comía el mundo por sumarse a la ola amarilla, y después se quedó sin el pan y sin la torta. A macroi le fue mal y a ellos les fue peor.
Algunos radicales creen que pueden usar el fenómeno Milei para volver a gobernar ellos la provincia. Quieren gobernar una provincia donde la última elección de gobernador la ganaron en 2007, hace casi 20 años. Es demasiado optimista, o demasiado iluso.
Si Milei pone un gobernador acá va a ser un libertario. Pero no parece que Milei esté muy preocupado por Catamarca, está en otra.
Esas son las cosas que ve Marchioli y le avisa al resto. Ya sabe que los idiotas útiles no suman, y que si quieren mejorar el cuarto puesto tienen que hacer otra cosa. Por ejemplo trabajar.
El catucho