La coherencia te la debo

La presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Guerreo, pasó sin escalas de marchar por las calles reclamando justicia por el crimen de Juan Carlos Rojas junto a los hijos del ministro asesinado, a absolver al fiscal Laureano Palacios, señalado por los propios hijos de Rojitas como uno de los responsables del encubrimiento del crimen.

Guerrero integró el jury de enjuiciamiento que al fin y al cabo le devolvió el cargo a Palacios, quien irónicamente había objetado antes, a través de su abogado, que integraran el jurado personas que habían marchado por el caso.

Claro, la lógica indicaba que eso anticipaba una postura abierta y declarada contra Palacios, que no por casualidad dijo en la primera audiencia que iba a ser destituido. Pero esto es Catamarca, donde la lógica no existe y la coherencia política y de conducta tampoco.

Porque en definitiva fue Guerrero la que quedó más expuesta, pero la hipocresía y el cinismo no es sólo patrimonio de la diputada. El gobierno todo está haciendo un papel vergonzoso y lamentable.
Primero, porque asesinaron a un miembro del gabinete de ministros del Ejecutivo, y nadie hizo nada.
La causa se estancó ante el silencio general, hasta que los hijos mostraron las fotos de cómo había sido hallado el cuerpo, y comenzó el revuelo social con más repercusión en los medios.
Fue ahí cuando los políticos se acordaron de Rojas y se prendieron a las marchas para salir en las fotos con caras de compungidos.
Con Palacios en el centro de los cuestionamientos, porque fue él quien anunció que había sido una “muerte natural”, hubo algunas marchas y contramarchas para llevarlo al jury, hasta que no lo pudieron evitar.
Entonces llegó la hora de decidir, y el buen tribunal dijo “aquí no ha pasado nada, gran labor de Palacios, siga en lo suyo”.

Ya con el desastre irreversible, el desconcierto fue enorme y hasta ellos mismos se dieron cuenta del papelón.
Con los hijos de Rojitas desolados, llorando y gritando ante las cámaras, vino entonces la escena más patética que se recuerde: el gobierno saliendo a quejarse del gobierno.
Como estamos en campaña y no saben dónde esconderse, con una conducta bipolar que asusta, aparecen personajes ultraoficialistas como el ministro de Gobierno Juan Cruz Miranda o el ilustre Ramón Figueroa Castellanos a denunciar la falta de justicia y la decepción que les produce lo que está pasando.

¿Nos vieron cara de qué? ¿De verdad creen que somos todos estúpidos?
La cúpula del gobierno quejándose de la justicia. Mirá vos. ¿Y quién armó esta justicia sino el propio gobierno? ¿Quién exterminó el Consejo de la Magistratura? ¿Quién copó el Tribunal de Cuentas con exministros para asegurarse controles amables? ¿Quién llenó la Corte de Justicia de compañeros peronistas para garantizarse protección? Y una más… ¿quién absolvió a Palacios después del desconcertante incidente que se vivió tras la muerte de Rojitas?.

Fueron ellos. Fueron ustedes señores, ustedes que se lamentan. No tienen que lamentarse, tienen que hacerse cargo. Es todo obra suya, es todo consecuencia de su atropello a la justicia y a la independencia de poderes. Es lo que pasa cuando en lugar de actuar con transparencia y poner gente competente ubican conocidos .Es toda responsabilidad suya.
¿Qué otra payasada van a hacer? ¿Una marcha reclamando independencia del Poder Judicial que se ocuparon de copar hasta el último puesto?.

Hagan el jueguito que quieran con sus declaraciones. Ya no sirve de nada: frente a la sociedad están desnudos con todas sus miserias a cuestas. Y lo que es más grave, a medio año del terrible crimen de Rojitas, no hay un detenido, la causa está congelada y nadie tiene respuestas.
Ni las van a tener mientras lo único que les preocupe sean las elecciones y sus puestas en escena. Lo grave es que era un compañero suyo: si así actúan, qué nos queda esperar a los demás.

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