Lucía Pérez hubiera cumplido 23 años este martes 14 de febrero. Murió, sin embargo, a los 16 por un infarto provocado por el consumo de cocaína, presuntamente, tras un abuso sexual a manos de Matías Farías, que tenía 23 años en ese momento, con la complicidad de Juan Pablo Offidani. En ese contexto, emotivo y con una conmemoración del colectivo feminista en las calles de Mar del Plata frente a los tribunales, se desarrolló la sexta audiencia del segundo juicio contra los acusados.
No hubo declaraciones clave esta vez. Pero una vecina que vive frente a la casa que alquilaba Farías, en el barrio Alfar marplatense, declaró ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°2 y contó que ella vio llegar pasado el mediodía a Juan Pablo Offidani (47) a la propiedad del principal acusado, donde él estaba con Lucía, y luego observó cómo ambos hombres, junto a Alejandro Maciel (fallecido en 2020) cargaban el cuerpo desvanecido de la menor en la camioneta y salían raudamente.
Los sospechosos están acusados del delito de “abuso sexual con acceso carnal, agravado por el suministro de estupefacientes seguido de muerte en concurso ideal con femicidio”, que contempla una pena de prisión perpetua.
La mujer describió la escena previa a la llegada de la camioneta de Offidani (al volante) -con Maciel (acompañante) y Farías y Pérez en la caja- a la Unidad Sanitaria Playa Serena donde, según declaró el médico que la atendió, intentó reanimarla durante cerca de media hora y finalmente declaró su muerte.
Según explicó la testigo, ella vio todo porque estaba con su familia lavando un vehículo en el jardín. Detalló que escuchó llegar a toda velocidad la camioneta Fiat de Offidani y que sólo bajó él, y Guzmán se quedó a bordo.
Explicó que Offidani entró a la casa que alquilaba Farías y que estuvo adentro “unos 10 ó 15 minutos” y, al cabo de ese tiempo, salió y le dijo a Maciel que entrara con él. Luego de eso, detalló la testigo, pasaron 35 minutos hasta que aparecieron los tres sospechosos junto a Pérez.
La mujer describió que vio a Farías cargar sobre sus hombros a Lucía desvanecida, y que el acusado le daba palmadas en la cara y la llamaba por su nombre, pero que Pérez no respondía a los estímulos.
La testigo, además, comentó que ella sospechaba que tanto Farías como Offidani estaban involucrados en narcomenudeo por algunos movimientos extraños que había visto días antes de la muerte de Pérez. También aclaró que no denunció lo que vio porque no confiaba en la policía de la zona, ya que los había visto también merodear la cuadra de Farías.
