“Hacen del Bicentenario de la Autonomía un acto proselitista” había dicho a principio de semana el diputado provincial de la UCR, Víctor Luna. Con la confirmación de la visita a Catamarca del presidente Alberto Alberto Fernández, el legislador de la oposición abría el paraguas y lanzaba la crítica por la utilización electoralista de los festejos por los 200 años de la autonomía.
“Es lamentable que se empañe una fecha tan importante para los catamarqueños por cuestiones electorales, está a la vista que no es una visita oficial, sino que el Presidente está de campaña, utilizando recursos que son del Estado”, se quejaba por adelantado el dirigente y legislador radical.
Cuesta discernir si Luna tiene algún poder adivinatorio o el Gobierno se esforzó por cumplir la profecía de la oposición. Pero el paso de Alberto Fernandez por Catamarca fue, efectivamente, un episodio de su campaña política. Y su participación en el acto de este miércoles por la noche se pareció más a un cierre de campaña que a una celebración cívica.
No se privó Fernandez, acompañado del gobernador Jalil y legisladores/ candidatos del FDT, de hacer los clásicos itinerarios de ocasión, visitando fábricas y recorriendo obras, aunque estén bordeando la prohibición legal de usufructuar electoralmente la actividad oficial. Y allí anduvo el Presidente, con Corpacci, Ginocchio y empresarios, destacando la “reactivación” económica que consiguió el Gobierno nacional.
Continuó su arenga proselitista por la noche, ya en el escenario del acto por el bicentenario de la autonomía de Catamarca. Y, tal cual lo había anticipado la oposición, desplegó su discurso de campaña que, con un giro retórico sorprendente, terminó criticando al ex presidente Mauricio Macri y pidiendo “no volver atrás”.
Tan convincente parece haber sido la perorata proselitista del Presidente que confundió al nutrido público presencial que, al final del discurso, comenzó a entonar la marcha peronista. “¡Perón, Perón… qué grande sos!”, empezaron a corear a capella, hasta que la banda de música, presa de la misma atmósfera justicialista, también se acopló y ofreció su acompañamiento musical.
“Lamentamos que la celebración del Bicentenario de la Autonomía de Catamarca que es de todos los catamarqueños, sea para el Presidente y para el oficialismo provincial una excusa para llevar adelante un acto de campaña”, decía el martes Víctor Luna. “Qué comes que adivinas”, le dirían algunos al diputado. Que por clarividente o por viejo, ya sabía que el festejo oficial de los 200 años iba a terminar como acto de campaña.
