Un verdadero misterio crece en la Televisión Pública de Catamarca, una de las tantas empresas estatales deficitarias durante años, que siguen en pie porque se mantienen con el bolsillo de todos los catamarqueños.
Con diferencia de horas, se dieron a conocer dos comunicados muy raros sobre la situación del canal, que son el día y la noche. ¿Cuál es la realidad? Veamos:
DICEN LOS TRABAJADORES: “Las y los trabajadores de Catamarca Radio y Televisión S.E., con el acompañamiento gremial del SATSAID, expresamos públicamente nuestra profunda preocupación por el futuro de la empresa, nuestra fuente laboral y medio de comunicación pública de todos las y los catamarqueños. Inquietud motivada por hechos acaecidos en la última semana, y que son consecuencia de un proceso que lleva ya varios meses”.
DICEN LOS DIRECTIVOS: “En lo que va de este año, Catamarca Radio y Televisión creció en su grilla de programación, calidad de transmisión y empleo, apostando al profesionalismo de sus trabajadores y talentos locales, se sumó a las grillas de canales en Flow y ClaroTv, y está en tratativas para ingresar en DirecTV”.
DICEN LOS TRABAJADORES: “Ponemos en conocimiento de la comunidad que por estricta decisión del Directorio de la empresa, el pasado domingo 12 de septiembre el canal y la radio provinciales no tuvieron programación especial de cobertura de las Elecciones PASO 2021. Siendo esto un triste hito para la historia del medio, que en sus siete años de vida nunca dejó a la ciudadanía sin la cobertura periodística en vivo de estos hechos trascendentales para la democracia”.
DICEN LOS DIRECTIVOS: “Se ha fortalecido la calidad de la producción y se mejoró la cobertura con una fuerte inversión en infraestructura. Se remodeló el estudio principal y se montó una nueva escenografía. Además, se ha remodelado e incorporado equipamientos para el estudio secundario”.
DICEN LOS TRABAJADORES: “Las y los trabajadores entendemos que esto es un episodio más en un largo proceso de abandono y desatención de los procesos para la generación de contenidos en pantalla, impuesto por las autoridades y pese a las advertencias y reclamos de sus empleados/as”.
DICEN LOS DIRECTIVOS: “En el ámbito de los recursos humanos, este año se logró regularizar la deuda adquirida anteriormente con los empleados de antigüedad y que cuatro empleados, en situación de contrato de hace muchos años, pudieran pasar a planta permanente”.
DICEN LOS TRABAJADORES: “Sumado a esto, genera zozobra el anuncio de la reestructuración ministerial que afectaría, entre otras, a la cartera de Ciencia e Innovación Tecnológica, de la cual depende esta Sociedad del Estado. Decisión que pondría a CRTV en un proceso muy similar al atravesado por el viejo canal de la provincia, que dejó a los catamarqueños sin sus medios públicos y a los trabajadores al borde del despido”.
DICEN LOS DIRECTIVOS: “Hoy, como nunca antes, la televisión pública tiene un espacio de importancia en la televisación y transmisión de los contenidos que se generan en Catamarca, tanto por producciones enfocadas al entretenimiento, la cultura, el deporte y la cobertura periodística; y se encuentra en proceso de planificación de los nuevos contenidos que se emitirán a partir del 2022”.
DICEN LOS TRABAJADORES: “Ante esta situación, sostenemos nuestro compromiso con la comunicación pública y el periodismo con impronta catamarqueña, y responsabilizamos a las autoridades por todas las decisiones que atenten contra el derecho de las audiencias y nuestra fuente laboral”.
Una cosa de locos. ¿A quién creerle? Bueno, vamos a decidir cuando los directivos, ya que están parlanchines, además de contar maravillas del canal muestren los números y digan:
* Cuánto gastan por mes.
* Cuánto generan por mes.
* Cuánto cobran los trabajadores.
* Cuántos cobran los directivos.
* Cuántos millones recibieron de aportes del Gobierno desde que se formó la empresa: presupuesto real año por año, ingresos y egresos (es plata nuestra, podemos preguntar).
* En qué se gastó ese dinero.
Contesten, documentación en mano, y seguimos charlando. Besos.
¿A quién creerle? Si los directivos guardan silencio como siempre, ya sabemos la respuesta.