Novak Djokovic volvió a pegarle un pelotazo a un juez de línea. Pero esta vez no recibió sanción, el partido siguió y el serbio avanzó a los cuartos de final en Roland Garros.
Hace unas semanas, en el US Open, Djokovic se enfadó en una jugada y lanzó una pelota hacia el fondo de la cancha luego que le quebraran el saque. La pelota dio en la garganta de una jueza de línea a la que le costaba respirar y se acostó en el suelo.
Las autoridades del partido revisaron las imágenes por video y determinaron que ese pelotazo no tenía razón de ser y eliminaron al N° 1 del mundo del Grand Slam neoyorquino. Ese fue el único partido que Djokovic “perdió” luego del parate por la pandemia del coronavirus.
Esta vez la situación fue diferente porque el golpe no pudo evitarse ya que el serbio intentó devolver un golpe del ruso Karen Khachanov en su triunfo por 6-4, 6-3 y 6-3 pero su remate no salió como lo esperaba e impactó en uno de los jueces de líneas laterales.
Rápidamente Djokovic se acercó hacia el hombre para ver cómo estaba, le pidió perdón y tras el susto (de ambos), el partido siguió. Esta particular acción se dio un día después de que el serbio deslizara la posibilidad de usar la tecnología en vez del ojo humano para controlar las líneas de la cancha.