Después de perder la Casa Rosada a manos de un panelista de TV que se dedicó a prometer ajuste, y darse cuenta de que la gente prefirió votar eso antes que al peronismo, el partido hizo una fuerte autocrítica y salió en busca de figuras nuevas que generen esperanza.
Por eso sorprendió con una renovación profunda, y ahora proponen como presidenta del partido a… ¡Cristina! Sí, parece una joda pero lamentablemente es verdad.
Cristina que ya fue legisladora, presidenta, vicepresidenta y está hace más de 20 años, es la persona que los peronistas creen que los va a sacar a flote.
Ella que puso a Alberto Fernández de presidente, ella que dirigió la gran estrategia de 2015 para poner a Macri en Casa Rosada, ella que está condenada por corrupción, ella que le viene pifiando hace una década, es la que se propone como salvadora.
No aprendieron nada, no entendieron nada. Milei debe estar saltando en una pata en Olivos.
Cristina no puede ser la respuesta a los problemas, porque la mayoría de los problemas los causó ella. Porque impuso su dedo mágico en lugar de dejar que el partido elija, porque decide todo sola, y porque decide mal. ¿Cuántas veces más tiene que fallar para que se den cuenta de que los está mandando al muere?
Por supuesto que ahí nomás salieron muchos a jurarle amor eterno, incluido el PJ de Catamarca, que se enamoraron del póster y no caen en la cuenta de que Cristina hundió al PJ, perdiendo no una sino dos elecciones presidenciales.
Le quieren dar las llaves del club otra vez y que siga haciendo lo que le parece. No hubo nadie que se preguntara por qué están ahora como están o quién los llevó a este lugar de oposición destruida.
Bueno, sí hay algunos. El primero es un vecino, el rioja Ricardo Quintela, que hace rato se postuló como presidente del PJ. Muchos pensaban que lanzando a Cristina, Quintela se iba a mandar a guardar, pero no. Va a seguir, quiere competir y quiere que la cosa se defina en las urnas.
Ojito porque no está solo, tiene los gremios atrás, tiene intendentes atrás, y tiene a un gobernador más que interesante: Axel Kicillof.
Axel venía peleando con Máximo, y muchos se cuestionaban si Cristina iba a apoyar a su hijo biológico o a su hijo político. Y al final hizo lo que hace siempre: se apoyó ella misma.
Y fue líder, claro, fue presidenta, nadie lo niega. Pero el electorado la rechaza en niveles irreconciliables. La gente está cansada de Cristina.
Se sabe que no se está hablando de candidaturas para las generales, sino de la conducción del peronismo. Pero es Cristina: va a querer decidir ella como hizo toda la vida, bajando y subiendo el pulgar. Y la cosa no viene funcionando, el peronismo está cada vez peor.
¿Por qué insisten con la receta que los llevó al infierno?