El Gobierno hace números para llevar una buena noticia al sector de los jubilados y pensionados. Confían en que podrán anunciar para el mes próximo un incremento más importante en los haberes que el magro 8% de marzo pasado y que permita a los adultos mayores, aunque sea tangencialmente, ganarle a la escalada de los precios.
A partir del 1° de junio próximo, los haberes de los jubilados y pensionados de todo el país tendrán la segunda de las cuatro alzas anuales establecidas por la ley de movilidad jubilatoria, que entró en vigencia en marzo último y que dejó de lado a la inflación como mecanismo para determinar las actualizaciones. A cambio, se utiliza un indicador que pondera en partes iguales el promedio de los salarios registrados y de la recaudación previsional.
Fuentes oficiales indicaron que el incremento de junio superará el 10%, aunque declinaron dar precisiones respecto del porcentaje final del incremento que tendrán los jubilados y beneficiarios de las asignaciones familiares, por Hijo (AUH) y por embarazo (AUE). Eso porque que, afirman, todavía restan conocer datos que serán clave para determinar los pagos que debe hacer la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). Tampoco quieren aventurar que será el primer alza que le gane la inflación, aunque confían en que irá por ese camino.
El número final, que se espera sea anunciado por el presidente Alberto Fernández en los próximos días, incluso podría estar un par de escalones más arriba (cerca a 13%), según terminen de configurarse los últimos datos que se aguardan.