Mientras organizaciones civiles luchan con fuerza raquítica frente a los gigantes del narcotráfico, hay campañas oficiales que invitan a consumir drogas. Una locura pero real. Se distribuyen en Buenos Aires folletos que enseñan a merquearse y dan consejos para iniciarse en las adiciones.
“Cocaína / Pastillas. Andá de a poco y despacio. Tomá poquito para ver cómo reacciona tu cuerpo. Si te detienen, tenés derecho a un abogadx”, dice el panfleto oficial entre otras recomendaciones escalofriantes, que pueden causar un daño incalculable en la población, en especial entre los más jóvenes.
El criminal folleto que fue repartido a jóvenes durante un evento oficial organizado por la Municipalidad de Morón, con la increíble aclaración: “Si vas a consumir, acordate de estos consejos”.
No es ningún error o fake news: la foto del folleto fue compartida como historia en la cuenta de Instagram oficial de la Dirección de Políticas para Juventudes de la Municipalidad de Morón y causó un escándalo gigante, además de miles de críticas.
“Tomá poquita COCAÍNA para ver cómo reacciona tu cuerpo”, “Porro. Prensado. Mejor flores. Conseguilo de fuentes confiables”, “Si salís de joda, cuidá tu salud”… ¿qué es lo que sigue?
“¿Si vas a robar empezá por monederos y después andá mejorando hasta asaltar un blindado?”, “¿Disparale a gente inocente de cerca hasta que vayas mejorando la puntería?” ¿Qué otros maravillosos consejos tienen preparados los progres?
Es posible que algún idiota en alguna municipalidad tenga la idea de lanzar una campaña así, lo inexplicable es que se haya llegado a imprimir y difundir semejante barbaridad. ¿Nadie lo leyó? ¿Nadie lo controló? ¿No hay un psicólogo, un médico o una persona con dos dedos de frente que sea capaz de frenar estos mensajes?
No hay manera de justificar que se invite a consumir, cuando todos los expertos coinciden en señalar que el primer paso es el que debe evitarse, cuando el ingreso al mundo de las drogas es un infierno que arrastra a toda la familia, destruye vidas, acerca al delito.
¿Por qué no promover vida sana y advertir sobre los espantos del consumo en lugar de enseñar cómo empezar?
Que esto ocurra en Argentina, donde hay ciudades como Rosario que ya están virtualmente tomadas por los narcos, donde no hay suficientes centros de atención gratuitos y adecuados, donde la situación económica y social es un trampolín a los consumos problemáticos, realmente es dramático, trágico.
Debería renunciar el intendente y junto con él todos sus asesores, como también tendrían que rendir cuentas en la justicia por hacer apología de una conducta nociva.
Dicen que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen. Es mentira: nadie merece tanto castigo.
Y a no pensar que hablamos de un problema ajeno: acá no se llegó a esa torpeza, pero el problema de adicción es tan grave como en las graves ciudades. Aunque de eso no se hable.
El Catucho.