Un ciudadano boliviano ingresa, de manera ilegal a Salta a través de desagües pluviales que terminan en la quebrada internacional entre Salvador Mazza y Yacuiba. La imagen es el testimonio fiel de la desesperación que genera la saturación sanitaria de ese país como consecuencia del COVID-19.
En las últimas dos semanas, al menos 70 bolivianos fueron demorados y puestos a disposición de Migraciones por trasponer las fronteras que permanecen cerradas. Lo hacen, claro está, a través de los 60 pasos ilegales que existen en la actualidad. Antes de la pandemia había 29. Ahora se sumaron los peligrosos túneles. Familias completas intentan llegar a los hospitales de ciudades como Tartagal para hacerse atender. El caso más resonante fue el de una mujer embarazada, que después se supo tenía coronavirus, y terminó dando a luz en hospital de esa ciudad de Salta.
Bolivia sufre los efectos devastadores de la pandemia. Los contagiados llegan casi a los 50.000 y los fallecidos a 1.900. En la nación gobernada por Jeanine Áñez -que también tiene coronavirus al igual que seis de sus ministros- el malestar social y las carencias se potenciaron en plena cuarentena. El martes cientos de bolivianos salieron a protestar por las condiciones sociales que atraviesa ese país.
El ingreso ilegal a la Argentina a través de la frontera salteña y jujeña se viene repitiendo de manera marcada desde el comienzo de la pandemia por el coronavirus. Esta es la primera vez que gendarmes y policías ven cómo lo hacen a través de túneles, una modalidad que ya había sido denunciada por los vecinos.
La situación del cruce ilegal de pacientes, pero también de narcos y contrabandistas, escaló tanto que el propio gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, le solicitó al presidente Alberto Fernández que ordenara el cierre del paso fronterizo que comunica la ciudad salteña de Salvador Mazza con Bolivia y que el Ejército Argentino patrulle la zona.
La gravedad de la situación planteada por el mandatario provincial hizo que el jefe de Estado accediera al primer pedido. No al segundo, ya que por la ley de Seguridad Interior las Fuerzas Armadas tienen prohibido realizar ese tipo de tareas.