Carne vacuna: cayó el consumo y los precios podrían subir otro 10% en febrero

En un contexto inflacionario en el que Alimentos es uno de los rubros en que más aumentaron los precios, la carne vacuna y sustitutos tienen un comportamiento dispar. Las carnes rojas siguen encareciéndose, el cerdo aparece como una opción competitiva y el pollo parece más al alcance de los bolsillos de menor poder adquisitivo.

En lo que va del año el precio de la carne aumentó por causas como el fin de un ciclo de liquidación de ganado que se dio hasta fines 2023, la liberación de exportaciones y el propio proceso inflacionario.

En enero, los precios de los cortes vacunos no fueran convalidados por los consumidores y debieran retrotraerse, pero en lo que va de febrero los valores de la hacienda y en el mostrador se van reafirmando, aunque el consumo interno cayó fuertemente, unos 42 kilos por habitante/año, sustituido en parte por mayor consumo de carne de cerdo y de pollo.

Víctor Tonelli, consultor privado de ganados y carne vacuna, precisó que en lo que va del año el índice del mercado del novillo, en Cañuelas, se ajustó del 17 a 18%, “pero si tomamos en cuenta el valor de noviembre, cuando todavía estaba el ciclo de liquidación funcionando, el ajuste fue casi del 70 por ciento”.

Hasta noviembre, apuntó el experto, “las faenas fueron realmente muy altas y a partir de diciembre, y se repite en enero, cayeron más del 10% respecto de diciembre y enero” de 2022.

Menor poder adquisitivo

Junto con el crecimiento de las exportaciones en el mercado interno se ve “una caída fenomenal del poder adquisitivo y del volumen de consumo que promedió en torno de los 40 a 42 kilos por habitante por año”, debido al proceso inflacionario, observó Tonelli. Los precios actuales de la hacienda que en la semana que pasó estuvieron en torno a los $1700 a 1800 el kilo vivo, de un novillito de consumo bueno, y de $1.600 y fracción del Índice de Novillo del Mercado Agrogranadero de Cañuelas (MAG), “se van a mantener durante febrero. Eso implicaría que estaríamos hablando de un precio promedio a la carne de entre $6.000 a 6.500″, una suba respecto de 10% respecto de enero, “o algo más y, a partir de marzo, probablemente una caída mayor de la oferta y una suba más importante del ganado y del precio de la carne vacuna al público”, estimó Tonelli.

Por su parte, Sergio Pedace, presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), operadores que representan un 70% del comercio de carne vacuna a las carnicerías, donde se vende cerca de 80% de los cortes al consumidor argentino, destacó que en la evolución de los precios respecto de la inflación en lo que va del año “hay muchos altibajos”.

“Hacienda hay, aunque no de más, y se va afirmando de a poco el precio; por la inflación y por las paritarias, los gastos y los insumos. Los precios se van a ir afirmando y de a poco van a ir subiendo y acompañando la inflación”, comentó. El alza en los valores, explicó, “ya no depende del consumo interno, porque la gente se ha volcado más al cerdo, que está muy barato, y al pollo, que ya llegó a su techo” de consumo.

Según Pedace, “el precio de la carne vacuna va a ir dependiendo del valor del dólar y de la exportación, y de la cantidad de novillos que tenga la Argentina para poder exportar”. Debido a la sequía, agregó, “hay un millón y pico de terneros menos, y menos hembras también. El rodeo se va a ir recomponiendo si hay previsibilidad, dentro de un año y medio o dos, no antes”.

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